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El 15 de mayo de 2022 se detectaron los dos primeros casos de viruela del mono en el Reino Unido. Desde entonces varios países de Europa como Portugal, España, Suecia e Italia han notificado casos confirmados de esta enfermedad vírica. Las cadenas epidemiologicas de transmisión que llegan a Europa parecen originarse en la zona central y occidental de África.

La viruela del mono ha supuesto para Atención Primaria, como pilar fundamental de la salud de la población, otro nuevo reto en el manejo de un brote epidemiológico que se supone que no supondrá una pandemia como la del Covid-19.

CoronavirusLa viruela del mono es una enfermedad de declaración obligatoria por lo que debe notificarse a las autoridades sanitarias. Tras la erradicación de la viruela humana, ahora se convierte en el ortopoxvirus más importante para la salud pública según la Organización Mundial de la Salud.

 

Durante las relaciones sexuales, el contacto directo con las lesiones cutáneas infecciosas es la forma más probable de transmisión. El periodo de transmisión se inicia con los síntomas y se resuelve cuando acaban las pústulas.

 

¿Cuáles  son los síntomas de esta enfermedad?.

Se trata de un proceso leve y autolimitado cuyo principal diagnóstico diferencial es con la varicela ya que tiene unos síntomas muy parecidos. El virus de la viruela del mono precisa un contacto estrecho y prolongado con la persona enferma, por lo que el uso de mascarillas quirúrgicas y la higiene de manos son fundamentales, máximo en esta época de pandemia por Covid-19.

El periodo de transmisión se inicia con los primeros síntomas hasta que resuelven las pústulas que se presentan en su fase costrosa. Pero previamente hay una incubación de entre 7 y 16 días.

 

 


La viruela del mono es una enfermedad zoonótica viral rara cuyos primeros casos en humanos se detectaron en la República Democrática del Congo en 1970. Otras enfermedades poco frecuentes como el Zika también pusieron en alerta a los sanitarios y a la población hace años.


Los síntomas más comunes en la viruela del mono son unas lesiones dermatológicas que se reparten en todo el cuerpo en forma de vesículas. Asocian fiebre, cefalea, mialgias, dolores articulares y adenopatías sin una causa clara.

En los 21 días previos a la aparición de los síntomas el enfermo ha tenido contacto estrecho con un caso confirmado de viruela del mono, o bien ha viajado a África Occidental o central, o bien ha mantenido relaciones sexuales de riesgo.
La confirmación se realiza mediante PCR en los servicios de Microbiología y la muestra de elección es el de las vesículas de las lesiones cutáneas, que se envían con un medio de transporte adecuado a los laboratorios de referencia.

Probablemente la viruela del mono se convierta en un brote, y precisará de una Atención Primaria vigilante que, sin descuidar el riesgo cardiovascular, esté alerta sobre posibles nuevos casos.


La infección por la viruela del mono es una enfermedad autolimitada, recuperándose en varias semanas de su clínica.

Entre 1 y 5 días después del contacto se inicia fiebre y una erupción cutánea que suele comenzar en la cara y se extiende a todo el cuerpo.
El 95% de los casos afecta a la cara, un 75 % a las palmas de las manos y las plantas de los pies, un 70% a la mucosa oral, un 30% los genitales y un 20 % a nivel conjuntival y córnea.
Las lesiones suelen ser vesiculosas con un área eritematosa o enrojecida alrededor y van evolucionando de máculas a pápulas, posteriormemte a vesículas, pústulas y costras.
Las posibles complicaciones graves en personas inmunodeprimidas suelen ser encefalitis, neumonías o afectación corneal.
El tratamiento es sintomático, siendo fundamental la prevención y el tratamiento de infecciones bacterianas secundarias.