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La posible mutación de la variante delta (B.1.1.529) se notificó por primera vez a la OMS el 24 de noviembre de 2021. La situación epidemiológica en Sudáfrica, el país notificante, se caracterizaba por tres brotes y el último en el que una médico de Atención Primaria tuvo una relevancia especial, dio lugar a la sospecha de una variante delta denominada variante Omicron. 

Aunque el primer caso conocido de infección por esta variante se confirmó en una muestra tomada el 9 de noviembre de 2021, hay ciertas informaciones que ya la localizaban en otros continentes.

La nueva variante presentaba un gran número de mutaciones, y parece que el riesgo de reinfectarse por ésta era mayor que con otras variantes, aunque la gravedad clínica sea menor.

 

Aunque las pruebas PCR que se usan a diario la detectan, en los primeros estudios se informa que alguna de las pruebas de PCR que se usan no consigue detectar el gen S, uno de los tres genes diana del virus. Debido a que ese gen escapa al diagnóstico por PCR, esta prueba que es más rápida se puede utilizar como marcador de esta variante a la espera de que se confirme el diagnóstico mediante secuenciación, que es un método más lento.

trastorno personalidadEsta metodología podría explicar que se haya detectado más rápidamente la variante Omicron que las que han causado brotes anteriores, lo cual indica que tal vez crece con mayor rapidez. La información científica contrastada nos permite reducir la ansiedad y el estrés relacionado con la Covid-19.

A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informará a las autoridades sanitarias y a la población general de cualquier novedad, por los efectos epidemiológicos que la Covid-19 ocasiona la nueva variante delta también conocida como ómicron, una variante preocupante.


Es importante intensificar las actividades de vigilancia y secuenciación para conocer mejor las variantes del SARS-CoV-2 en circulación. Todos estos datos se notifican a una base de datos públicamente disponible, según el Reglamento Sanitario Internacional.


COVID-19El análisis de todos estos datos permite conocer las características epidemiológicas de la COVID-19, la gravedad de los síntomas que producen, la eficacia de las medidas sociales y de salud pública, los métodos diagnósticos, la respuesta inmunitaria y la neutralización por anticuerpos valorando la importancia de la vacunación.

 

Es imprescindible saber que para reducir el riesgo de contraer la COVID-19, se deben aplicar medidas sociales y de salud pública de eficacia demostrada:
– el uso de una mascarilla bien ajustada
– la higiene de las manos
– el distanciamiento físico al menos 1.5 metros
– la buena ventilación de los espacios interiores
– evitar los espacios concurridos
– la vacunación con las dosis y vacunas indicadas independientemente de la polémica de las marcas:


La mejor vacuna es la que se administra

Como referencia, la OMS ha establecido definiciones de trabajo de las variantes preocupantes y de interés del SARS-CoV-2.

 

Las variantes del virus ocasionan cambios en el genoma, y esto supone cambios en las características del virus como su transmisibilidad, la gravedad de la enfermedad que causa y su capacidad para escapar a la acción del sistema inmunitario, ser detectado por medios diagnósticos o responder a medicamentos.

Es importante para la salud pública mundial, y de nuestro país en particular, conocer más sobre esta nueva vafiante:
– su transmisibilidad, por si supone un cambio perjudicial en la epidemiología de la COVID-19
– un aumento de la virulencia o una variación en la presentación clínica de la enfermedad
– una disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública o de los medios de diagnóstico, vacunas y tratamientos disponibles.

Mientras tanto, ponte la mascarilla, lava tus manos con frecuencia, respeta las distancias, airea espacios interiores, evita estancias masificadas y… VACÚNATE¡¡.