La cerveza es una bebida alcohólica fermentada de baja graduación, unos 4-5º, de consumo muy habitual en nuestro país. Sus propiedades nutricionales y el entorno social ha supuesto múltiples estudios científicos. Repasamos algunas cuestiones que pueden resultarte de interés para conocer esta bebida elaborada desde la época de los egipcios compuesta de agua, cebada malteada y lúpulo.
Efectivamente, la cerveza es una de las dos bebidas alcohólicas fermentadas más aceptadas por toda la población, conjuntamente con el vino. Su elaboración se remonta a épocas de los faraones, que la elaboraban para todo el pueblo y reservaban el vino para los faraones y gentes más pudientes. El hecho de que fuese apreciada y consumida por todo el pueblo le hizo ganar aceptación y gran popularidad. Incluso se elaboraba pan de cerveza con harina de cebada. Aunque no debe confundirse con el pan actual de harina de trigo o centeno.
La cerveza contiene un 90% de agua, elemento esencial para su elaboración. El contenido en sodio o calcio de las aguas con las que se elabora, influyen decisivamente en la calidad de la cerveza y esto es algo que los monjes conocían perfectamente en la Edad Media. De hecho, el calcio del agua influye en el color y la turbiedad de la cerveza. El contenido en sulfatos en el sabor amargo de la misma. Y los cloruros en su textura.
Otro elemento de la cerveza es la cebada, de la que se obtiene la malta y cuya calidad es primordial para obtener una buena cerveza. Pero el elemento esencial es el lúpulo, que le confiere el típico sabor amargo. Además de aromatizarla, le aporta propiedades antisépticas y estabiliza la espuma.
¿Qué propiedades nutricionales aporta la cerveza?.
Se calcula que en la cerveza hay unos 2000 componentes como consecuencia de los elementos que la integran y de los procesos de fermentación de las mismas. Los beneficios que aportan para la salud se deben a su actividad antioxidante.
La cerveza aporta vitaminas sobretodo del grupo B (niacina, riboflavina, piridoxina y cobalamina). También es rica en ácido fólico, esencial a nivel neurológico y en la reparación celular.
Presenta un bajo contenido en calorías, en torno a 45 kcal/100 ml y contiene no sólo vitaminas sino fibra y minerales.
La presencia de minerales como el fósforo, el potasio o el magnesio podrían ayudar a prevenir enfermedades óseas y a disminuir los síntomas de la menopausia. Contiene un bajo nivel de sodio por lo que en teoría podría ser bebida con moderación en la hipertensión arterial.
Pero el elemento estrella de los beneficios cardiovasculares es su contenido en polifenoles. Su papel antioxidante natural ayuda a protegernos de las enfermedades cardiovasculares causantes, por ejemplo, del infarto de miocardio. Además, reduce los fenómenos oxidativos de las células que determinan el envejecimiento celular. Pero no se lleve a engaño, porque tomar cerveza no significa rejuvenecer.
La cerveza también contiene azúcar oculto en forma de maltodextrinas que son carbohidratos complejos de absorción lenta, por lo que debe tenerse en consideración si padeces diabetes o simplemente quieres controlar la obesidad.
Otro componente es la fibra que al ser soluble favorece un adecuado tránsito intestinal y puede ayudar a controlar el estreñimiento, como sucede con otros alimentos como las legumbres.
¿Puedo o debo tomar una cerveza diaria?.
Está claro que quien no la consuma no debería iniciarse en ella. Como tampoco se fomenta la bebida de vino si uno es abstemio. Pero sí es cierto que las últimas investigaciones en torno a la dieta Mediterránea, parecen favorecer su consumo moderado.
Se estima un consumo moderado de alcohol, todo aquél que suponga un consumo inferior a 20-30 gramos de etanol diarios. Esto significa en los varones un consumo de 1-2 copas de vino diarias o 1-2 cervezas de 200 ml. En el caso de las mujeres, por condicionantes como es el distinto metabolismo que tienen, su consumo debe reducirse a una copa diaria de vino o una cerveza.
El consumo bajo habitual en estas cantidades y dentro de un estilo de vida con una dieta saludable (con consumo de frutas y verduras, legumbres, pescado azul y carne) puede ser aceptado. De hecho, en la pirámide de alimentación saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, se acepta su consumo moderado y responsable.
Que nadie entienda que la cantidad recomendada semanal puede ser ingerida en uno o dos días, es decir, en fin de semana. Este consumo no es recomendable. Lo que se trata es de que sea un consumo racional y moderado dentro de un estilo de vida saludable.
Si estás embarazada o das pecho, tomas medicamentos de manera crónica por alguna enfermedad, vas a conducir o estás en el trabajo, no se recomienda su consumo. En estos casos debes consultar con tu médico.
Por último, el estilo de vida recomendado y saludable estima que las relaciones sociales son un elemento indispensable para una vida sana. Una dieta saludable no está reñida con tomar unas cervezas con los amigos, e incluso disfrutar del típico tapeo español.
¡¡Que lo disfrutes¡¡.
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