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La migraña común o jaqueca es una de las consultas más habituales. Cualquier cefalea no tiene por qué ser una migraña, por eso diferenciarla y saber qué alimentos pueden provocarla parece de especial interés. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una de las principales causas de discapacidad temporal y absentismo. De todos modos, debemos pensar que se trata de una patología benigna que no es grave.

Efectivamente, padecer una migraña no es lo mismo que sufrir un accidente cerebrovascular. Son dos patologías distintas aunque puedan tener ciertas similitudes en ciertos síntomas.

¿Cómo puedo saber si padezco migraña?

Las personas con este tipo de dolor de cabeza o cefalea suelen tener antecedentes familiares. Es habitual que su padre, su madre o incluso sus hermanos la padezcan.

Se trata de un dolor de cabeza intenso y pulsátil, generalmente en uno de los lados de la cabeza, casi siempre acompañado con mareos, visión borrosa y sensibilidad a la luz. La cefalea aumenta con la luz y los ruidos, por eso suelen buscar situaciones en habitaciones oscuras, en reposo y sin estímulos auditivos para mejorar el dolor.


El dolor intenso puede durar unos minutos, aunque la mayor parte de las veces permanece por varias hora. No es habitual, pero puede durar incluso días. En este último caso, conviene consultar porque puede ser que se esconda detrás una patología mucho más grave como un cáncer.

 



Su aparición está vinculada con los factores hereditarios, como hemos comentado, pero también se asocia a episodios de estrés, cambios hormonales y algunos estimulantes como pueden ser luces intensas, olores fuertes, exceso o defecto de horas de sueño y alimentos.

En este caso vamos a ver qué alimentos pueden estar más asociados al brote de una crisis de migraña, o a su persistencia.

¿Qué alimentos pueden desencadenar una migraña?

Lo más importante del tratamiento es conocer que es una enfermedad con buen pronóstico. Reconocer sus desencadenantes permite evitarlos y controlarla mejor.

Veamos los principales alimentos implicados en la migraña:

1.- El vino tinto por su contenido en taninos puede desencadenarla, a pesar del beneficio cardiovascular  conocido si su consumo es moderado. En este contexto, el consumo excesivo de más de una o dos copas diarias no se puede considerar como una migraña habitual sino como una “resaca”.

2.- Los quesos son un alimento rico en grasas y calcio, pero ciertos elementos serotoninérgicos que se producen al fermentar pueden desencadenar migraña. Esto sucede especialmente con quesos curados, y no tanto con los quesos frescos.

 

3.- Carnes procesadas, curadas o embutidas contienen nitratos como aditivos, con efecto vasodilatador desencadenante de procesos inflamatorios entre los que se encuentra la migraña.

4.- Los alimentos ricos en grasas o las frituras pueden ser también responsables de este tipo de cefalea al desencadenar reacciones inflamatorias.

5.- El café o las bebidas con cafeína son potentes estimulantes que pueden causar una migraña. Cada persona sabe la cantidad de café que puede ocasionarle este malestar, ya que ciertas personas lo toman.

 

Por eso, tampoco se aconseja su supresión brusca en quienes lo toman habitualmente. Esto va en línea con los últimos estudios científicos que aconsejan un consumo máximo de 3 ó 4 tazas diarias.

 

6.- El chocolate o los productos con cacao pueden aportar antioxidantes muy beneficiosos para el organismo, pero pueden ser un claro desencadenante de migraña al causar una vasodilatación de los vasos y un aumento de la tiramina que es proinflamatoria.

7.- Otros alimentos como las aceitunas, las conservas, las comidas ricas en especias orientales, o condimentos fuertes y salsas picantes usados en la cocina pueden ser el motivo de padecer una migraña.

¿Qué debemos hacer ante una migraña?.

Por supuesto, evitar estos alimentos y tratarla con analgésicos habituales como paracetamol o ibuprofeno en pacientes sin contraindicaciones para eliminar o reducir el gran dolor que causan y reincorporarnos a las tareas diarias.

También conviene descansar, relajarse en un lugar fresco, oscuro sin ruidos y evitar potentes estímulos.

Las náuseas y los vómitos deben ser consultadas con su médico o tomar un tratamiento sintomático habitual.

 

Las personas con crisis frecuentes deben consultar con su médico para confirmar el diagnóstico, que es clínico y no precisa pruebas complementarias en todos los casos.

Si algo no te sienta bien, no lo tomes. Es sentido común, no tomes lo que sabes que ya te causa migraña.