La rinitis alérgica es habitual en las primaveras cuando se debe a alergia al polen. Con la llegada de esta estación aparecen síntomas de rinitis. Pero pueden aparecer en otras estaciones en relación con alergia al polvo, por ejemplo. Su diagnóstico es clínico, ya que asocia varios síntomas oculares, nasales, faríngeos y dermatológicos. Estos síntomas no sólo se desencadenan con el polen, sino también con otros “alergenos” y son sencillos de reconocer. Veamos cómo puedes aliviar tu vida diaria.
Con la actualización de este post sobre la rinitis alérgica o fiebre del heno veremos cómo poder diagnosticarla de forma sencilla. Se conoce como fiebre del heno por la mayor sintomatología cuando florece o se trabaja en el campo con el heno u otras hierbas. Como sucede en determinadas épocas del año, también se conoce como alergia estacional.
¿Cuáles son las causas de la rinitis alérgica?.
La principal causa es la presencia de un alergeno o elemento extraño a nuestro cuerpo que desencadena una alergia.
En cada época del año hay un nivel polínico en el ambiente que determina el tipo y cantidad de cada polen de plantas y árboles que florecen en primavera. Las agencias de metereología publican de manera actualizada los mapas polínicos de gran interés para quienes padecen rinitis. El tipo de clima con la sequedad del ambiente o porcentaje de humedad, la velocidad del viento y las especies autóctonas cercanas es lo que más influye en la concentración de polen ambiental.
Las plantas que causan la rinitis alérgica, los árboles, hierbas y arbustos sueltan polen que transporta el viento. Por eso los días de viento suelen causar más sintomatología que los días de lluvia en que el polen es precipitado al suelo por las gotas de agua. Cuando el alergeno contacta con las mucosas o la piel produce una liberación de sustancias químicas que la inflaman. Una de las principales sustancias es la histamina, que provoca los síntomas de la alergia a nivel de la mucosa nasal, ocular, faríngea o en los senos paranasales.
El nivel de humedad y las características de los vegetales de cada zona provocan más sintomatología en unas zonas que en otras, por eso algunas personas mejoran cuando van a la zona mediterránea o empeoran en otras zonas más húmedas.
La sintomatología causada por la rinitis dependerá de cada persona y del área geográfica donde viva, no sólo por la vegetación que abunde sino por las condiciones atmosféricas.
Los días más cálidos, secos y ventosos son más propensos a que en el aire circule mayor cantidad de polen. Los días más fríos, húmedos y lluviosos, la humedad del ambiente y el agua hacen precipitar al polen circulando en el aire una menor cantidad.
Si los padres sufren rinitis alérgica, es más probable que los hijos también la padezcan. Incluso entre los padres, si es la madre quien presenta esta patología, habrá más probabilidades que lo hereden los hijos que si es el padre quien la padece. En todo caso, no hay que pensar que sean enfermedades raras, sino más bien comunes en las que hay cierta herencia.
¿Cuáles son los síntomas de la rinitis alérgica?
Las personas predispuestas a la rinitis alérgica suelen presentar síntomas inmediatamente después de contactar con el alergeno causante. Suelen ser síntomas asociados a las mucosas de la nariz y los ojos, por esos suelen presentar picor en la nariz y los ojos. Pero también pueden presentar picor en la piel o en la garganta, un tipo de tos seca sin producción de moco espeso salvo que se complique.
La afectación de la mucosa nasal altera la sensación olfativa, y suelen presentar taponamiento nasal por la congestión mucosa y una secreción mucosa clara líquida que se conoce como rinorrea.
Además asocian estornudos en salvas repetidas, ojos llorosos e hinchados. Otros síntomas asociados en ocasiones suelen ser sensación de cansancio o agotamiento, dolor de cabeza por cierta sinusitis, fatiga y malestar inespecífico que a veces se conoce como “astenia primaveral”.
En algunas ocasiones podemos tener dudas sobre si la sintomatología que presentamos puede tener que ver con una gripe o un catarro.
¿Cómo se llega al diagnóstico de rinitis alérgica?
Aunque existan pruebas específicas de detección de alergenos es fácil comprender que no es posible hacer pruebas cutáneas de todas y cuantas plantas, arbustos, hierbas y árboles producen polen.
Es razonable que el diagnóstico se establezca en base a un interrogatorio sobre los síntomas, el momento de aparición en relación con las estancias dentro o fuera de los locales, épocas del años, la existencia de mascotas en casa.
También debe hacerse una adecuada exploración física para descartar otras patologías que pueden simular estos síntomas, o descartar patologías que pueden presentarse al mismo tiempo como el asma.
En ciertos casos, puede ser necesario valorar la realización de pruebas de alergia más generales o específicas con detección de determinadas sustancias o pólenes que desencadenan los síntomas. Las pruebas cutáneas son el método más común aunque también existen pruebas sanguíneas más específicas, pero también más costosas y no siempre accesibles.
¿Cómo puedo tratar la rinitis alérgica?.
La base del tratamiento de la rinitis alérgica es una buena prevención. Aunque es imposible evitar la circulación de pólenes por el aire que respiramos, se pueden tomar unas medidas sencillas para reducir el nivel de exposición a los alergenos y sus consecuencias:
- el uso de mascarillas
- tener a punto los filtros antipolen de los coches
- cerrar las ventanas de casa los días ventosos
- conducir con las ventanas cerradas
Son sencillas modificaciones del estilo de vida con una gran repercusión en nuestra calidad de vida.
A veces, resulta imprescindible tomar medicamentos para tratar la rinitis alérgica. Cada persona precisará un tratamiento según la gravedad de los síntomas, por lo que no se puede hacer una recomendación general.
Los medicamentos más administrados en las rinitis son los antihistamínicos y los corticoides. Según la prioridad de los síntomas se pueden emplear de forma tópica como colirios, cremas o en suspensión nasal, o de forma oral e incluso intramuscular.
En personas que además de rinitis alérgica presenten otras enfermedades concomitantes como asma, el tipo de tratamiento puede ser distinto y las posibilidades de realizar actividad física pueden variar. Pueden requerir tratamientos nebulizados o intravenosos en los casos más graves.
De los distintos tratamientos para la rinitis alérgica, algunos antihistamínicos pueden causar somnolencia. Esto debe tenerse en cuenta en personas que conducen o trabajan con maquinaria, para evitarlos.
Los corticoesteroides nasales en aerosol son un tratamiento efectivo para la rinitis alérgica, pero deben usarse en periodos cortos para evitar complicaciones en la mucosa nasal como sangrados.
Otros productos farmacológicos que se pueden adquirir sin receta en las farmacias son los descongestionantes nasales. Son productos con mezclas de varias sustancias que no se recomiendan usar más de 3-4 días seguidos.
La inmunoterapia o vacunación contra el agente alergénico causante de la rinitis alérgica es un método eficaz, sobretodo cuando los síntomas son de difícil control y no se puede evitar el alergeno.
Consejos generales sobre la rinitis alérgica .
Los consejos más importantes a tener en cuenta son:
- Evitar los alergenos que sabe que le producen los síntomas. Aunque puede ser imposible, pequeños gestos pueden reducir su exposición y la de sus hijos.
- Reducir los ácaros del polvo en el hogar, controlando el moho en espacios interiores: con filtros de aire, evitando en la habitación peluches y alfombras, mantener la casa limpia, usar deshumidificadores, airear correctamente la casa,…
- Valorar la presencia de mascotas en casa o en un lugar de convivencia más apartado (perros, gatos, aves)
- El uso de medicación debe ser controlada por el médico, para ajustar las dosis y el tiempo de administración, reduciendo los posibles efectos secundarios derivados de su pauta. Aunque éste puede darle unas instrucciones para cuando lo precise.
- En caso de tener sensación de dificultad respiratoria, pitidos audibles al respirar, fiebre o mala evolución de los síntomas conviene consultar con su médico.
Con estos sencillos consejos podréis pasar la primavera con menos síntomas por rinitis alérgica.