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Rinitis es la clínica más común en la afectación alérgica tan habitual en la primavera. Con la llegada de esta estación aparecen síntomas debidos al polen o al polvo, por ejemplo. Su diagnóstico es clínico, presentando síntomas oculares, nasales, faríngeos y dermatológicos. Veamos cómo puedes aliviar tu vida diaria si padeces síntomas de rinitis y que no sea un martirio.

En este post sobre rinitis, se actualiza la información que puede ayudar a las personas que padecen esta enfermedad. La rinitis alérgica es una afección común que afecta entre 10 y 30 % de la población mundial y que afecta a la calidad de vida de los que la padecen.

¿Cuáles son las causas de la rinitis alérgica?.

La principal causa es la presencia de un alergeno o elemento extraño que desencadena una alergia. En el caso del polen, en cada época del año hay un nivel polínico en el ambiente que determina el tipo y cantidad según las plantas y árboles que florecen en primavera.

Las agencias de metereología publican de manera actualizada los mapas polínicos de gran interés para quienes padecen rinitis. El tipo de clima, la sequedad del ambiente o porcentaje de humedad, la velocidad del viento y las especies autóctonas cercanas es lo que más influye en la concentración de polen ambiental y en la sintomatología asociada.


Las plantas que causan la rinitis alérgica, los árboles, hierbas y arbustos sueltan polen que transporta el viento. Por eso los días de viento suelen causar más sintomatología que los días de lluvia en que el polen es precipitado al suelo por las gotas de agua.


glutenCuando el alergeno contacta con las mucosas o la piel produce una liberación de sustancias químicas que la inflaman, entre las que destaca la histamina. Esta sustancia provoca los síntomas de la alergia a nivel de la mucosa nasal, ocular, faríngea o en los senos paranasales.

El nivel de humedad y las características de los vegetales de cada zona provocan más sintomatología en unas zonas que en otras, por eso algunas personas mejoran cuando van a la zona mediterránea o empeoran en otras zonas más húmedas.

 

La sintomatología causada por la rinitis dependerá de cada persona y del área geográfica donde viva, no sólo por la vegetación que abunde sino por las condiciones atmosféricas.


Los días más cálidos, secos y ventosos son más propensos a que en el aire circule mayor cantidad de polen. Los días más fríos, húmedos y lluviosos, la humedad del ambiente y el agua hacen precipitar al polen circulando en el aire una menor cantidad.


Si los padres sufren rinitis alérgica, es más probable que los hijos también la padezcan. Incluso entre los padres, si es la madre quien presenta esta patología, habrá más probabilidades que lo hereden los hijos que si es el padre quien la padece. En todo caso, no hay que pensar que sean enfermedades raras, sino más bien comunes en las que hay cierta herencia.

¿Cuáles son los síntomas de la rinitis alérgica?.

Los síntomas aparecen inmediatamente después de contactar con el alergeno causante, una vez contactan con las mucosas de la nariz y los ojos. Esto causa picor en la nariz y en los ojos, pero también en la piel o en la garganta, y ocasionar tos seca sin producción de moco.

La afectación de la mucosa nasal altera la sensación olfativa, y suelen presentar taponamiento nasal por la congestión mucosa y una secreción mucosa clara líquida que se conoce como rinorrea.

Además asocian estornudos en salvas repetidas, ojos llorosos e hinchados. Otros síntomas asociados son la sensación de cansancio o agotamiento, dolor de cabeza por sinusitis, fatiga y malestar inespecífico conocido como “astenia primaveral”.

La sintomatología puede ser muy parecida a la de una gripe o un catarro.

¿Cómo se llega al diagnóstico de rinitis alérgica?.

Aunque existan pruebas específicas de detección de alergenos es fácil comprender que no es posible hacer pruebas cutáneas de todas y cuantas plantas, arbustos, hierbas y árboles producen polen.

El diagnóstico se basa en un interrogatorio sobre síntomas, momento de aparición en relación con las estancias dentro o fuera de los locales, épocas del años o ante la existencia de mascotas en casa.

auscultación pulmonarTambién debe hacerse una adecuada exploración física para descartar otras patologías que pueden simular estos síntomas, o descartar patologías que pueden presentarse al mismo tiempo como el asma.

En ciertos casos, puede ser necesario valorar la realización de pruebas de alergia más generales o específicas con detección de determinadas sustancias o pólenes que desencadenan los síntomas. Las pruebas cutáneas son el método más común aunque también existen pruebas sanguíneas más específicas, pero también más costosas y no siempre accesibles.

¿Cómo se trata la rinitis alérgica?.

La base del tratamiento de la rinitis alérgica es una buena prevención. Aunque es imposible evitar la circulación de pólenes por el aire que respiramos, se pueden tomar unas medidas sencillas para reducir el nivel de exposición a los alergenos y sus consecuencias:
– usar mascarillas
– tener a punto los filtros antipolen de los coches
– cerrar las ventanas de casa los días ventosos
– conducir con las ventanas cerradas

Son sencillas modificaciones del estilo de vida con una gran repercusión en nuestra calidad de vida. A veces, resulta imprescindible tomar medicamentos según la gravedad de los síntomas, por lo que no se puede hacer una recomendación general.

Los medicamentos más administrados en las rinitis son los antihistamínicos y los corticoides. Según la prioridad de los síntomas se pueden emplear de forma tópica como colirios, cremas o en suspensión nasal, o de forma oral e incluso intramuscular.

En personas que además de rinitis alérgica presenten otras enfermedades concomitantes como asma, el tipo de tratamiento puede ser distinto y las posibilidades de realizar actividad física pueden variar. Pueden requerir tratamientos nebulizados o intravenosos en los casos más graves.

De los distintos tratamientos para la rinitis alérgica, algunos antihistamínicos pueden causar somnolencia. Esto debe tenerse en cuenta en personas que conducen o trabajan con maquinaria, para evitarlos.

Los corticoesteroides nasales en aerosol son un tratamiento efectivo para la rinitis alérgica, pero deben usarse en periodos cortos para evitar complicaciones en la mucosa nasal como sangrados.

Otros productos farmacológicos que se pueden adquirir sin receta en las farmacias son los descongestionantes nasales. Son productos con mezclas de varias sustancias que no se recomiendan usar más de 3-4 días seguidos.

​La inmunoterapia o vacunación contra el agente alergénico causante de la rinitis alérgica es un método eficaz, sobretodo cuando los síntomas son de difícil control y no se puede evitar el alergeno.

Consejos generales sobre la rinitis alérgica .

Los consejos más importantes a tener en cuenta son:

  • Evitar los alergenos que sabe que le producen los síntomas. Aunque puede ser imposible, pequeños gestos pueden reducir su exposición y la de sus hijos.
  • Reducir los ácaros del polvo en el hogar, controlando el moho en espacios interiores: con filtros de aire, evitando en la habitación peluches y alfombras, mantener la casa limpia, usar deshumidificadores, airear correctamente la casa,…
  • Valorar la presencia de mascotas en casa o en un lugar de convivencia más apartado (perros, gatos, aves)
  • El uso de medicación debe ser controlada por el médico, para ajustar las dosis y el tiempo de administración, reduciendo los posibles efectos secundarios derivados de su pauta. Aunque éste puede darle unas instrucciones para cuando lo precise.

En caso de tener sensación de dificultad respiratoria, pitidos audibles al respirar, fiebre o mala evolución de los síntomas conviene consultar con su médico, AUNQUE ES IMPORTANTE COMO PACIENTES SABER MANEJAR LA SINTOMATOLOGÍA DE LA RINITIS QUE REPITE CADA AÑO POR LAS MISMAS FECHAS.