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¿Cuántas veces te has preguntado por qué debes tomar zumo de naranja? Siempre se han destacado sus propiedades, vitaminas, minerales…y se ha hecho referencia a lo importante de beberlo inmediatamente después de exprimir las naranjas. Te contamos las conclusiones que la literatura científica muestra sobre los beneficios del zumo de naranja.

El consumo de naranjas se asocia a un modelo de dieta universalmente recomendada como cardiosaludable: la dieta mediterránea.

Los posibles beneficios de esta fruta se deben a la disminución de factores inflamatorios y del estrés oxidativo, mecanismos asociados al envejecimiento y a las enfermedades metabólicas que se relacionan con enfermedades cardiovasculares. Los polifenoles, en concreto las flavononas, hesperidina y naringina, que se encuentran en la parte blanca de los cítricos y que le confieren su sabor más amargo, son los componentes más asociados a su potencial beneficioso.

Las evidencia científicas demuestran que sus propiedades antioxidantes, antitrombóticas y antifibróticas ayudan a reducir la mortalidad y morbilidad asociadas a las enfermedades coronarias, si bien en los estudios poblacionales parece que también se asocian a la mejora de los hábitos saludables de los participantes.

En cuanto a la cantidad necesaria para conseguir estos efectos, se precisan más estudios al respecto,  pero parece que un vaso de zumo de naranja al día sería lo adecuado para disfrutar de sus ventajas nutricionales sin aportar un exceso de calorías. Sería ideal consumir la fruta entera ya que así se incluye la parte blanca de la fruta que es más rica en polifenoles, aportando la fibra que se pierde en el procesamiento del zumo, y que también ayuda a un correcto tránsito intestinal mejorando los problemas de estreñimiento.

Debemos saber que es importante que el zumo haya sido exprimido recientemente y conservado de forma adecuada en la nevera para que mantenga la mayor cantidad posible de sus propiedades.  

Los productos comerciales deben verificar en el etiquetado que no procedan de concentrados, ni de mezclas con sabor a naranja, y que no tengan azúcares añadidos. La educación de la población es importante para no beber productos que se venden como zumo de naranja sin serlo.

Lo mejor es acudir a la frutería de al lado de tu casa.