Con la llegada del otoño, aumentan los resfriados y gripes causadas por virus que, aprovechando los primeros fríos de esta época, atacan a nuestro sistema inmunológico. Combatir esta situación y evitar dolores de garganta, mucosidad nasal, tos o estornudos se inicia con una alimentación saludable, rica en frutas y verduras y baja en grasas saturadas y azúcares refinados. Veamos algunas ideas sobre frutas y verduras de otoño en este año 2021, año internacional de las frutas y verduras.
Los cambios de horario, dormir menos horas al zambullirse de lleno en la rutina y trabajo diarios, tras el verano los cambios bruscos de temperatura con los primeros fríos, la falta de sol que puede hacernos caer en un sentimiento de tristeza y decaimiento, pueden afectar nuestra salud en otoño.
El consumo de frutas variadas garantiza una ingesta suficiente de la mayoría de los micronutrientes, de fibra dietética y de vitaminas esenciales. Además, el aumento de su consumo puede ayudar a desplazar los alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares o sal, con lo que disminuimos éstos.
La Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales recomiendan consumir al menos 400 gramos diarios de frutas y verduras, lo que representa entre 3 y 5 raciones diarias. De esta manera se garantiza el consumo de fibra adecuada.
Con el consumo de frutas y verduras, típicas de la dieta Mediterránea, también prevenimos enfermedades crónicas tales como las enfermedades cardiovasculares: el infarto de miocardio o los ictus, principales causas de mortalidad en nuestro país.
En otoño podemos comprar frutas de temporada, no sólo porque son más económicas, sino porque se encuentran en su momento óptimo de maduración y tienen su mayor valor nutricional y de sabor, lo cual facilita su consumo: Kiwis, naranjas, uvas, peras, manzanas, granadas, chirimoyas…el abanico es amplio y para todos los gustos.
En otoño, la temporada es óptima para la acelga, alcachofa, apio, boniato, calabacín, calabaza, canónigos, cebolla, champiñón, coles de hoja, coliflor, lechuga, puerro o remolacha.
Pero otoño también es buena temporada para: brócoli, endibia, escarola, judía verde, patata, pimiento o zanahoria. Para cosechar azafrán, disfrutar de las primeras nueces del año y, si ha llovido, lanzarse al bosque a buscar las primeras setas.
Frutas y verduras nos aportan macro y micronutrientes para una dieta saludable.
Al principio de otoño encontramos uvas o higos, manzanas y variedades otoñales de pera, como la pera conferencia, junto a otras frutas que cambian el paisaje de las fruterías. Una de las más esperadas es la granada, pero también los membrillos, los caquis, las chirimoyas, dátiles, aguacates, piña, papayas y los primeros cítricos: las mandarinas.
En otoño maduran muchos frutos en el bosque, como las castañas, las endrinas, los madroños… Y, podemos encontrar las estrellas de la temporada: las setas. Existen muchas variedades según la zona en la que se viva: Boletus, trompetas de la muerte, senderuelas, setas de cardo, cesáreas, níscalos, rebozuelos, …
Para hablar de setas y níscalos, y no sólo de vino, debemos hablar de Soria y su riqueza: ni te la imaginas.
En cuanto a las hortalizas, también se renueva la cesta de la compra: judía verde, pimientos, lechugas, calabacines… Pero sobretodo las calabazas y algunas coles, sobre todo coles de hoja. Encontrarás puerros más gruesos que los de verano, cebollas y patatas ya completamente maduras, remolachas…y el tubérculo estrella de la temporada: el boniato.
Espero que haya sido de interés para escoger las frutas que deberían estar en tu frutero, y las verduras y hortalizas en tu nevera. Ya saben: ¡a cuidarse y a alimentarse bien, también en otoño!.