La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos. Es una enfermedad que se produce cuando el cuerpo de una persona no produce una cantidad suficiente de la hormona insulina o no puede usarla en forma adecuada. Pero, ¿qué más sabes sobre esta enfermedad? Te contamos lo que debes saber sobre la Diabetes y cómo prevenirla.
A menudo no se diagnostica la diabetes porque muchos de sus síntomas son inespecíficos, detectándose en una analítica rutinaria. Su detección temprana y tratamiento precoz pueden disminuir las posibilidades de tener complicaciones serias a largo plazo.
Podemos diferenciar tres tipos de diabetes: tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional.
- La diabetes tipo 1 y tipo 2 tienen causas diferentes, y en ambas se hereda una predisposición a la enfermedad, pero también hay un elemento desencadenante en el entorno: no bastan los factores genéticos.
Las personas que padecen Diabetes tipo 1 pueden iniciar sus síntomas en la infancia o juventud, y estos suelen ser: necesidad de orinar constantemente, sed persistente y hambre extrema, pérdida inusual de peso y cansancio o malestar.
- La diabetes tipo 2 tiene una relación más estrecha con antecedentes familiares y descendencia que la de tipo 1, aunque también depende de factores ambientales.
El estilo de vida es muy influyente, y el sedentarismo y la obesidad son determinantes en su desarrollo con el paso del tiempo.
Las personas que padecen Diabetes tipo 2, pueden presentar los síntomas comentados anteriormente, pero además las infecciones son frecuentes en la piel, las encías o en la orina. Pueden presentar visión borrosa, problemas para la curación completa de las heridas, hormigueo o entumecimiento de las manos o los pies entre otros síntomas.
Aunque debemos recordar que a menudo las personas con diabetes tipo 2 no tienen síntomas, por lo que a partir de cierta edad resulta importante hacer controles de salud periódicos.
- La mujeres embarazadas pueden presentar Diabetes gestacional. Para su diagnóstico es fundamental hacer un correcto seguimiento del embarazo, ya que la planificación de las pruebas durante el mismo, como la tolerancia oral de glucosa, permite su diagnóstico temprano y poder tomar las medidas más adecuadas para la salud de la madre y del feto.
De estas tres formas de diabetes, la diabetes tipo 2 es la forma más común y frecuente.
¿En qué consiste la diabetes?
Todos tenemos algo de glucosa (azúcar) en la sangre ya que el cuerpo la necesita para obtener energía. Normalmente, el cuerpo humano desintegra los alimentos consumidos en glucosa y la envía a la sangre.
Para realizarlo necesita la colaboración del estómago y de los intestinos. La insulina, hormona producida en el páncreas, ayuda a la glucosa que hay en la sangre a entrar en las células de los tejidos para que se pueda usar como energía.
En la diabetes el cuerpo no utiliza la insulina adecuadamente, lo que se conoce como resistencia a la insulina. Al principio, el páncreas produce insulina adicional para compensarlo, pero al pasar el tiempo, no logra producir suficiente insulina para poder mantener sus niveles de glucosa en la sangre dentro de los niveles normales, y se acumula en la sangre en vez de ingresar en las células.
Como consecuencia de esta alteración, las células pueden quedarse sin energía, y los altos niveles circulantes de glucosa dañan los órganos, principalmente los ojos, riñones, nervios y corazón.
Algunas personas pueden conseguir controlar su glucosa por medio de una adecuada alimentación, baja en azúcares simples, y realizando ejercicio físico regularmente. Pero en ocasiones esto no es suficiente, y el médico debe prescribir un medicamento oral o insulina para poder alcanzar su objetivo de nivel de glucosa deseado.
La diabetes progresa con el tiempo, aun sin necesidad de medicamentos al principio, por lo que su control con dieta y/o fármacos es fundamental para evitar complicaciones.

Progresión de la diabetes
Las personas mayores de 65 años tienen mayor riesgo de padecer diabetes, así como ciertas poblaciones como los afroamericanos, o quienes tienen antecedentes familiares de esta enfermedad, ya que parecen presentar cierta predisposición genética que influye en su padecimiento.
Conviene recordar que dos de cada tres personas con diabetes mueren por una enfermedad cardiovascular de origen cardiaco o cerebral.
Y ¿cómo se controla la diabetes tipo 2? Para el óptimo control de la diabetes es importante tener en consideración unas premisas:
- Seleccionar qué comer, cuánta cantidad y cuándo comer. Aunque se debe personalizar en cada situación, de manera genérica se recomienda realizar al menos cinco comidas diarias, en cantidad moderada y evitando azúcares refinados.
Se debe reducir el tamaño de las porciones, consumiendo tres comidas principales (desayuno, comida y cena), con dos comidas más pequeñas a media mañana y merienda, e incluso una breve colación antes de dormir. Esto último es más recomendable en personas que ponen insulina con objeto de evitar hipoglucemias nocturnas.
Se debe consumir más fibra, presente en frutas, vegetales, legumbres y cereales integrales, principalmente, ya que ayudan a regular el tránsito intestinal y favorecen la absorción correcta de hidratos de carbono.
- Es fundamental mantener un peso saludable, para lo que se debe incluir actividad física regular al menos 45 minutos diarios de intensidad moderada cinco días a la semana. Incluso en pequeñas fracciones de 10-15 minutos, se ha comprobado que dicha actividad repercute positivamente en la salud cardiovascular.
La actividad física regular ayuda a reducir los niveles de glucosa en la sangre, así como la presión arterial y el colesterol.
Por eso es esencial mantenerse activo durante el día. Hábitos como usar las escaleras en lugar del ascensor, ir caminando al trabajo o a la compra, caminar mientras habla por teléfono o apuntarse a actividades de ocio en las que se realiza ejercicio físico son recomendables.
- Debe mantener la presión arterial y el colesterol en los niveles adecuados, para lo que debe contar con la colaboración de su equipo médico y de enfermería.
- Aunque puede usted mismo hacer automediciones de la glucosa en la sangre utilizando un medidor de sangre capilar, conviene realizar periódicamente cada 6 meses una extracción de sangre venosa para realizar la prueba de Hemoglobina glicosilada, ya que esta prueba permite valorar un promedio de los niveles de glucosa en la sangre durante los últimos dos a tres meses. El objetivo es mantenerla en un valor inferior a 7.
- Algunas personas pueden controlar la enfermedad al comer saludablemente y hacer ejercicio. Sin embargo, puede precisar antidiabéticos orales y/o insulina inyectada para ayudarle a alcanzar los objetivos recomendables. La diabetes es una enfermedad progresiva, aunque no necesite tomar medicamentos al principio para tratar su diabetes, puede ser que con el tiempo los necesite. Su administración debe considerarse como algo positivo, consecuencia de la evolución de la enfermedad.
Mitos sobre la Diabetes
Hay muchos mitos sobre la diabetes que hacen más difícil que la población la tome en serio, creando una imagen incorrecta y llena de estereotipos. Comentamos algunos de ellos y por qué no debemos hacer caso de ellos.
- “El sobrepeso es un factor de riesgo para tener esta enfermedad”. Sí, pero también depende de otros factores como los antecedentes familiares, la raza y la edad. Desafortunadamente, muchas personas no le prestan importancia a los otros factores de riesgo y piensan que el peso es el único factor de riesgo para la diabetes tipo 2. La mayoría de la gente con sobrepeso no tiene diabetes tipo 2, y mucha gente que tiene diabetes tipo 2 tiene un peso normal o muy poco sobrepeso.
- “Comer demasiados dulces causa diabetes”. No es tan simple. Las causas de la diabetes de tipo 1 son factores genéticos y desconocidos que desencadenan el inicio de la enfermedad, no dicho consumo. Como ya hemos comentado, la causa de la diabetes tipo 2 son factores genéticos y de estilo de vida, y en ella el sobrepeso aumenta el riesgo de padecerla, por lo que una dieta rica en calorías de cualquier tipo produce un aumento de peso.
Por ejemplo, los estudios demuestran que tomar bebidas azucaradas está asociado con diabetes tipo 2, de ahí que tanto la Asociación Americana de la Diabetes (ADA) como la Organización Mundial de la Salud recomienden que se debe limitar el consumo de bebidas azucaradas para ayudar a prevenirla, e incluso que los países impongan un impuesto a dichas bebidas para reducir su consumo.
“Para prevenir la diabetes debo comer alimentos especiales para diabéticos”. No es correcto, ya que un plan de comidas saludables bajo en grasa (especialmente en grasas saturadas y trans), un consumo moderado o reducido de sal y azúcar, aumentar la ingesta de alimentos con grano integrales, vegetales y fruta es mucho mejor que cualquier comida específica.
Además, los carbohidratos complejos presentes en el pan, los cereales, las patatas, la pasta,… ayudan a aportar las calorías necesarias sin elevar excesivamente los niveles glucémicos en sangre. Eso sí, en raciones moderadas y asociadas a una actividad física regular que ayude a reducir su impacto en la sangre.
No olvide que, si Ud padece diabetes, debe llevar un control médico adecuado con su médico de confianza. ¡Cuente con nosotros! Estamos cerca de Ud.
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