La pasta es una opción muy habitual en todos los menús y tremendamente popular en casi todo el mundo. Forma parte de una dieta saludable, presente en la dieta Mediterránea y Atlántica. El consumo de pasta a partir de grano entero de cereal, está presente en ambos tipos de dieta, y mejora el control del peso y el riesgo cardiovascular.
Es un plato de origen italiano muy aceptado por niños y jóvenes, sin olvidar que es muy consumido en el menú del anciano.
Algunos tipos de pasta aportan mayor cantidad de carbohidratos, por lo que este aspecto debe tenerse en cuenta a la hora de calcular las calorías del menú diario para evitar el sobrepeso y la obesidad.
Dada su cantidad de carbohidratos, la presencia de gluten en su composición y su índice glucémico, es razonable pensar si es una opción saludable en el menú.
Las personas que consumen dietas con productos de bajo índice glucémico como frutas, verduras, hortalizas o pasta, presentan pérdidas de peso mantenidas, sin estar asociadas a ganancias de peso.
El índice glicémico valora la rapidez y el aumento de la concentración de glucosa en sangre tras la ingesta de un alimento, e incide de manera directa en cómo se lesionan las capas internas de los vasos sanguíneos, principal causa del desarrollo de las placas de ateroma que causan complicaciones cerebrales o infartos de miocardio.
Cuanto más rápida es la absorción del contenido de azúcar de ese alimento, mayor será el pico de glucemia o concentración de azúcar en sangre.
De manera general, los alimentos con bajo índice glucémico permiten mejorar el control del peso de una persona, y disminuyen el riesgo de enfermedad cardiaca y de desarrollar diabetes mellitus tipo 2.
Aunque hace años se preconizaba que las personas diabéticas no debían comer pasta, esta afirmación ha cambiado a la luz de las evidencias científicas de distintos estudios. La pasta puede formar parte de una dieta saludable de las personas diabéticas y no diabéticas.
No obstante, conviene recordar que el tamaño de las raciones debe limitarse, así como los acompañamientos con salsas ricas en azúcares o grasas. Es más recomendable optar por la pasta elaborada con harinas integrales, o a partir de legumbres como habas o lentejas, que son más nutritivas.
La pasta elaborada a partir de harinas refinadas tienen mayor índice glucémico y no son tan recomendables desde le punto de vista nutricional y de riesgo cardiovascular, si bien son una opción válida en cantidades más limitadas.
En algunos países existe una creencia sobre el contenido de gluten en la pasta, como elemento negativo desde el punto de vista cardiovascular.
A no ser que una persona sea intolerante al gluten, o bien padezca enfermedad celíaca, no hay evidencia científica de que tomar una dieta libre de gluten mejore la salud cardiovascular.
Estos productos libres de gluten pueden no sólo ser más caros, sino que pueden ser menos saludables al tener menor cantidad de fibra o proteínas, y más concentración de azúcar o grasa que la pasta normal.
Algunos tipos de pasta pueden estar enriquecidos o suplementados con hierro o vitaminas, pero lo recomendable es tomar pasta elaborada a partir de harinas integrales, que contienen toda la fibra y elementos nutritivos necesarios en el contexto de una dieta saludable.
La pasta puede tener diversas formas y tallas, lo cual favorece la diversidad de presentaciones y mejorar la creatividad de los platos para hacerlos más apetecibles y aceptados. Las variedades de pasta más conocidas son los macarrones y los espaguetis, pero podemos hablar también de los fetuchinis, raviolis, lasañas, tortellinis, o los deliciosos canelones.
Algunas ideas para que estos tipos de pasta sean la base de una comida saludable pueden ser:
.- rellenar con verduras y hortalizas
.- rellenar con pescado si precisamos proteínas
.- añadir salsas elaboradas en casa, mejor que las compradas
.- usar aceite de oliva virgen extra, con un máximo de 2 cucharadas por plato
.- usar quesos bajos en grasa, o en caso de no ser posible, limitar su cantidad
.- limitar las porciones de pasta a un cuarto del plato, que debe ser completado con verduras en dos partes más y un cuarto más con carne o pescado.
Resumiendo, ¿es la pasta saludable?:
Si se toma en su cantidad adecuada y se añaden contenidos nutricionalmente aceptables como verduras u hortalizas, sí puede ser sana. Si se añaden salsas compradas, o con acompañamientos ricos en azúcares, grasas o calorías, entonces no podemos decir que sea tan saludable.
Excelente.
Como diría un castizo, en la moderación está lo bueno.
Os ha encantado el artículo. Buena exposición y sobre todo “información”
Gracias