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Hablamos de hernia de hiato cuando el esfínter u orificio situado en la parte superior del estómago no cierra adecuadamente tras el paso del bolo alimenticio desde el esófago. Como consecuencia de esa insuficiencia de cierre, el contenido gástrico que es ácido refluye hasta el esófago e irrita su mucosa. Esto se traduce en sensación de ardor o quemazón a nivel aproximada de la “boca del estómago”. Veamos algunos fundamentos, síntomas y cómo evitarlos con sencillos consejos en tu estilo de vida que pueden ayudarte si la padeces.

Desde el punto de vista de la anatomía, conviene saber que el esófago entra en la cavidad abdominal a través de un orificio del diafragma. El diafragma es un músculo indispensable para respirar, y tiene un pequeño orificio o hiato para que desde el tórax el esófago pase al abdomen y se una al estómago.

músculos hernia de hiato

Cuando hay una hernia de hiato, el estómago puede pasar por dicho orificio y no cerrar adecuadamente el paso desde el esófago. Parece como si el estómago empujase hacia arriba el tubo esofágico.

 

 

Si una hernia de hiato es de pequeñas dimensiones, no causa problemas. Pero si crece, el contenido gástrico que tiene una acidez importante para hacer la digestión, puede refluir al esófago y alterar su mucosa. Con el tiempo puede incluso generar algún tipo de cáncer. Aunque es algo excepcional. Lo más habitual es que el paciente tenga síntomas relacionados con acidez.

¿Cuáles son los síntomas de la hernia de hiato?.

Los síntomas que una persona con hernia de hiato suele relatar son:

.- sensación de ácido en la boca o regurgitación. Siente como si la comida vuelve a la boca.

-. Por la presencia de ácido debida a la regurgitación, puede alterar el esmalte dental, incluso puede producir mal olor en la boca o halitosis.

.- puede causar dificultad al tragar, disfagia o sensación de que no baja bien el bolo de comida. Esto es un signo clínico que se debe estudiar siempre para descartar complicaciones.

.- dolor abdominal a nivel del epigastrio, o también conocido como la “boca del estómago”.

.- es habitual que la persona sienta como si estuviese hinchado o lleno, sin apenas haber comido, lo que se conoce como dispepsia. E incluso puede acompañar sensación de falta de aire, como si uno tuviese asma.

.- cuando se acompaña de vómitos, generalmente con sangre, o las deposiciones son negruzcas, debe acudir a su médico para consultar. Ya que hay que descartar un sangrado digestivo alto y debe valorarse su derivación a un servicio de Urgencias.

¿Por qué se produce una hernia de hiato?.

Cuando el músculo diafragmático se debilita por distintos motivos, el cierre del esfínter esofágico inferior no ejerce su función. Las causas son muy variadas, pero por lo general se producen debido a:

.- cambios musculares en el diafragma como consecuencia de la edad o por un accidente intenso a nivel abdominal (por ejemplo, una caída, un accidente de tráfico, …).

.- De nacimiento, con un orificio más grande de lo habitual.

.- Tabaquismo, y tos crónica.

.- Pero lo más frecuente es que se deba a una aumento de presión intraabdominal como consecuencia de la obesidad, embarazo, llevar ropa apretada a nivel abdominal, estreñimiento, trabajar levantando pesos habitualmente, …

 

 

 

 

¿Cómo se diagnostica?

Aunque no suele causar problemas y su diagnóstico generalmente es clínico, en algunas ocasiones conviene valorar una endoscopia digestiva alta. Esta nos permite ver en caso de complicaciones si hay datos de inflamación en la mucosa inferior del esófago mediante una biopsia. Permite distinguir si hay cambios conocidos como esófago de Barret, que puede convertirse en un cáncer esofágico.

La realización de una ecografía abdominal o radiología básica, con o sin contraste, nos permite hacer un diagnóstico diferencial, pero no siempre hay que realizarlas.

La valoración de la presión del esfínter esofágico inferior se mide con una manometría, y mide la presión ejercida durante la contracción muscular esofágica en el proceso de deglución. Así se puede valorar si la presión de cierre es la adecuada o es insuficiente.

 

¿Cuál es el tratamiento de la hernia de hiato?.

La mayoría de las personas con hernia de hiato no tienen ningún síntoma y  su hallazgo es casual, por lo que no necesitan tratamiento.

Si presentan acidez recurrente y reflujo de un líquido ácido, con ardores retroesternales deben usar los conocidos como “protectores estomacales”. El más conocido es el omeprazol, que forma parte de los medicamentos inhibidores de la bomba de protones.

Es un grupo de medicamentos muy consumidos, a veces en exceso, ya que hay el mito de que cualquier tratamiento precisa tener un protector estomacal. Algo que es erróneo, ya que no deja de ser también un medicamento.

Se pautan para disminuir la acidez del estómago al reducir su producción, permitiendo a la mucosa que se regenere.

Su uso prolongado por los síntomas comentados más allá de 4 a 6 semanas seguidas debe ser consultada con su médico, salvo que haya sido prescrito para evitar gastritis o úlceras como consecuencia de la toma crónica de ciertos medicamentos como ácido acetilsalicílico necesario para los cardiópatas que tienen un stent, corticoides en procesos articulares reumáticos como la artritis reumatoide, …

Pero a veces, una hernia de hiato requiere cirugía. Sobretodo cuando no han funcionado los medicamentos para aliviar el ardor de estómago y el reflujo ácido. O bien si se han realizado pruebas diagnósticas que confirman tener ciertas complicaciones como una inflamación grave con cambios de metaplasia en la mucosa o estrechamiento del esófago por presencia de alguna ulceración o excrecencia mucosa que debe extirparse.

Otras veces, la cirugía consiste en reducir el orificio diafragmático, empujando el estómago hacia el abdomen y reconstruyendo el tubo esofágico. Esto es más habitual en cirugías asociadas al tratamiento de la obesidad mórbida. Pueden realizarse por acceso externo desde el tórax, en una toracotomía, o mediante laparoscopia que es una técnica menos agresiva y de más sencilla recuperación para el paciente.

Unos sencillos cambios en el estilo de vida pueden ser suficientes para evitar llegar a estos extremos:

dieta y salud cardiovascular clinica do muiño.- Comer varias veces a lo largo del día, pero comidas pequeñas. Las comidas cocidas, a la plancha o hervidas son mucho más recomendables que las demasiado condimentadas con especias o con abundantes grasas.

.- Evitar comidas que provocan acidez como los alimentos grasos o fritos, la salsa de tomate, el alcohol, el chocolate, la menta, la naranja, el ajo, la cebolla y la cafeína.

 

.– No acostarte inmediatamente después de comer.

.- Mantener un peso saludable. La obesidad empeora los síntomas.

.– No fumar no sólo mejorará tus síntomas asociados a la hernia de hiato, sino que evitará padecer cáncer de pulmón.

.– Conviene elevar un poco la cabecera de la cama. Con un par de tacos de unos 15 cm, puedes elevar el tronco mientras duermes, y el reflujo gástrico no subir hacia el esófago.

.– Evitar llevar ropas o cinturones demasiado ajustados para que no aumente la presión intraabdominal.

.- Aunque cada uno sabe qué alimentos le hacen más o menos acidez al consumirlas, fíjate y evita verduras flatulentas como la coliflor, el brócoli, le puerro, la cebolla, el pimiento o las alcachofas, e incluso el tomate. Es mejor consumir judías, acelgas, zanahorias, espinacas o lechugas.

.- El aceite de consumo habitual debe ser el de oliva virgen extra, evitando los de mayor acidez.

.- La carne baja en grasas o carne blanca y el pescado azul son recomendables. Evitar las legumbres, las grasas y los embutidos porque pueden empeorar los síntomas.

.- No se recomienda café, té ni alcohol.

Hidratarse bien, y hacer actividad física es un complemento para no tener síntomas debidos a la hernia de hiato. Y tampoco de otras muchas enfermedades. Como veis, un estilo de vida saludable, compensa.