Dislipemia se refiere a una alteración en el nivel normal de lípidos en la sangre. Es decir, la grasa menos aconsejable está en exceso en la circulación sanguínea, y esto tiene potenciales efectos perjudiciales para la salud.
La grasa saludable es una parte importante de la dieta diaria porque ayuda a absorber vitaminas liposolubles como la vitamina A, la vitamina D,E y K, esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso.
Las grasas ayudan a mantener la salud cerebral, por lo que son necesarias en el día a día. Pero se debe evitar la elevación de grasas como el colesterol, porque dañan el interior de las arterias con efectos potencialmente mortales.
Hay distintos tipos de grasas en el contexto de una dieta saludable. Su consumo adecuado aporta beneficios que mejoran el riesgo cardiovascular. Pero tienen la característica de que no aportan hidratos de carbono, proteínas, minerales ni vitaminas.
Las grasas son fuente de energía: 1 gramo aporta 9 kcal. Si se compara una cucharada sopera ( de unos 10 ml) de los aceites de mayor consumo en nuestro país la diferencia en su composición es:
- el aceite de oliva 100% virgen extra aporta 10 gramos de ácidos grasos monoinsaturados
- el aceite de girasol aporta 9 gramos de ácidos grasos poliinsaturados
- el aceite de coco aporta 13 gramos de ácidos grasos saturados, a diferencia de los 2 gramos que aportan los dos tipos de aceite previos.
Los ácidos grasos insaturados que incluyen los mono y poliinsaturados, pueden disminuir el riesgo cardiovascular cuando se consumen en vez de las grasas saturadas y grasas trans. Por eso, son importantes para disminuir el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus.
Las grasas saturadas se asocian con un incremento del nivel de LDL en sangre, siendo un significativo factor de riesgo cardiovascular. Los altos aportes de grasas saturadas por parte del aceite de coco desaconsejan su consumo, y suele ser un tipo de grasas con el que se elaboran galletas, snacks, bollerías, productos precocinados y pastelería industrial.
El aceite de oliva tiene un perfil lipídico más favorable por su alto contenido de grasas monoinsaturadas. El estudio Predimed es un ensayo clínico en el que un grupo de personas que consumía una dieta de perfil Mediterráneo con un suplemento de aceite de oliva virgen extra o frutos secos, frente a un grupo control, presentaba hasta un 30% menos de eventos cardiovasculares (ictus, infartos y mortalidad de origen cardiaco).
Las propiedades antioxidantes que aporta el aceite de oliva protegen del estrés oxidativo celular, lo cual influye en el crecimiento y desarrollo tumoral así como en el riesgo de eventos cardiovasculares. Es un tipo de grasa que a pesar de calentarse a altas temperaturas se mantiene estable en sus propiedades y contenido de ácidos grasos monoinsaturados. Este tipo de aceite puede usarse para cocinar, freir o en crudo para aliñar o aderezar los platos.
Los aceites vegetales se obtienen a partir de semillas como el girasol, pero también de legumbres o frutos secos que contienen un alto porcentaje de ácidos grasos poliinsaturados.
Algunas grasas vegetales se hidrogenan parcialmente y aportan grasas trans, que son ácidos grasos insaturados pero con una estructura química distinta. Numerosos ensayos clínicos han demostrado los efectos adversos de las grasas trans en los factores de riesgo cardiovascular.
Estos ácidos grasos trans están presentes en productos procesados como margarinas, bollería, galletas o productos fritos, y su composición debe constar en la etiqueta nutricional.
Durante los procesos de cocinado, los aceites vegetales son poco estables a altas temperaturas disminuyendo las concentraciones de antioxidantes. Aunque su uso es muy extendido en la población para hacer salsas, mayonesas o aderezos para ensaladas, éste debería ser ocasional y se desaconseja en frituras.
¿ Cuáles son las fuentes principales de grasas?.
Las principales fuentes de grasas se obtienen de los siguientes alimentos:
- Grasas saturadas se obtienen a partir de:
- Carne y productos cárnicos
- Lácteos normales
- Productos procesados (snacks, fritos,…)
- Aceite de coco o palma
- Grasas monoinsaturadas abundan en:
- aceitunas
- aceite de oliva
- frutos secos
- aguacates
- Grasas poliinsaturadas son habituales en:
- pescado azul: sardina, salmón, caballa, trucha, atún, arenque,…
- aceite de girasol, soja
- nueces, semillas
- Grasas trans abundan en:
- frituras
- galletas, bollería, tartas y pastelería de origen industrial
- pizzas, fast-food, productos procesados,…
Dieta recomendada en las dislipemias.
Se recomienda en las dislipemias no sólo reducir carnes procesadas y embutidos, sino que además se debe:
– No consumir grasas visibles de la carne
– Consumir preferiblemente carnes blancas y magras
– Recomendar consumo de pescado preferiblemente azul
– Evitar bollería y productos procesados
– Fomentar el consumo de frutas y verduras
– Fomentar el consumo de frutos secos, legumbres y cereales integrales
– Evitar bebidas azucaradas
– Usar aceite de oliva virgen extra en cocina
Además, se debe evitar el consumo de alcohol sobretodo si hay una elevación de triglicéridos en sangre.