La gota es una enfermedad inflamatoria que se produce cuando el exceso de ácido úrico en la sangre supera unos valores que permiten su disolución en la misma. Al superar ese umbral, precipita y se deposita en forma de cristales en las articulaciones generalmente. Pero la gota también puede acumularse en otros tejidos o en el riñón.
El valor a partir del cual precipitan los cristales está determinado por un valor de laboratorio, que generalmente es superior a 6.8 mg/dl. Por eso conviene mantener los niveles inferiores a este valor, e incluso inferior a 5 mg/dl para evitar acúmulos y deformidades en articulaciones de manos y pies, en lo que se conoce como gota tofácea con aparición de tofos articulares (grandes acúmulos que afectan a los tejidos blandos que rodean la articulación afectada).
La gota afecta a cerca de un 2.5% de la población, y el estilo de vida y el sedentarismo o la obesidad son factores íntimamente relacionados. esta afectación se incrementa con la edad, y tiene cierta mayor afinidad por los varones.
¿Cómo es un ataque de gota?.
Los ataques de gota se manifiestan con un dolor agudo, brusco en una articulación que se inflama, con calor, dolor intenso, inflamación y reducción de la movilidad de las articulaciones por la gran afectación.
La afectación articular es de pequeñas articulaciones como son las de manos y pies, y hay cierta facilidad por éstas porque son las que suelen estar más declives, en la parte inferior del cuerpo al ser las que se movilizan al deambular. pero también puede causar dolor en la rodilla o en las articulaciones del pie, causando dolor en la planta del pie.
Si padece un ataque de gota, debe hacer reposo y aplicar frío local para reducir la inflamación. Por ejemplo, una toalla húmeda fría o hielo en una bolsa recubierta por una toalla, para no dañar la piel, son recursos sencillos de aplicar. Incluso poner el pie en agua fría.
En todo caso, aplicar durante 10-15 minutos es suficiente para reducir el dolor aunque se tomen analgésicos como antiinflamatorios si no hay contraindicación, o colchicina.
¿Por qué es importante no padecer gota?.
Un ataque agudo causa gran dolor y dificulta la movilidad articular afectando a la vida diaria de quien la padece. Pero además, aumenta el riesgo cardiovascular favoreciendo que los factores comunes aumenten la prevalencia de infarto de miocardio, o de riesgo cerebrovascular aumentando la prevalencia de ictus.
El acúmulo de microcristales en sangre empeora la función renal, siendo un factor crucial en el riesgo cardiovascular que no se soluciona bebiendo agua aunque sea importante hacerlo. El riesgo cardiovascular aumenta porque los pacientes presentan además otros factores de riesgo al mismo tiempo, lo que se conoce como comorbilidades.
¿Qué recomendaciones debes seguir para no padecer gota?.
Lo más importante para no padecerla, y al mismo tiempo reducir otras patologías asociadas, es seguir un estilo de vida saludable. Esto beneficia a cada uno de nosotros, y a la familia, ya que se facilita un estilo de vida más saludable que ayuda a controlar los clásicos factores de riesgo cardiovascular (diabetes tipo 2, hipertensión arterial, colesterol elevado o dislipemia, ….).
En el caso de que le pauten un tratamiento crónico para evitar la gota, como es el alopurinol es importante seguir las indicaciones sin interrumpirlo, dado que es fácil que vuelvan a reincidir los síntomas tras su suspensión. La adherencia terapéutica, que es seguir las pautas indicadas, son necesarias para reducir los niveles de ácido úrico en sangre (hiperuricemia), o los tratamientos analgésicos pautados.
Es importante evitar el sobrepeso, estando contraindicadas las dietas que descienden bruscamente el peso porque podrían incrementar los niveles de ácido úrico. El ejercicio físico regular adaptado a las circunstancias de cada persona, pueden ayudar a llevar un estilo de vida saludable.
Por supuesto, es necesario un adecuado control de los factores o comorbilidades asociadas como hipertensión arterial, diabetes o alto colesterol en sangre. Por eso, seguir una dieta saludable como la recomendada por la SENC o la dieta Mediterránea mejora todos estos factores conjuntamente.
Si no hay contraindicaciones, es importante beber al menos 2 litros diarios de agua, evitando el alcohol aunque sea de baja graduación como el vino o la cerveza.
Si quieres evitar el dolor de la gota, es importante evitar alimentos ricos en purinas que causan elevación del ácido úrico: mariscos, embutidos, tomate, carnes rojas y conservas, como los más habituales. ¡Tú decides!.