La gota es una enfermedad reumatológica producida por el exceso de ácido úrico en sangre. Esto hace que se deposite en forma de cristales no solo en el riñón, sino en las articulaciones principalmente en los dedos de los pies o en las rodillas. Los cristales que se acumulan en las articulaciones causan inflamación y producen mucho dolor que puede llegar a ser invalidante e impedir una vida normal.
Para entender mejor la enfermedad de la gota, veremos un resumen de las recomendaciones nutricionales y de estilo de vida más recomendables.
Las principales recomendaciones del estilo de vida se basan en seguir una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Esto no solo va a mejorar la gota sino que disminuye el riesgo cardiovascular y, por tanto, de padecer una enfermedad cardiaca o cerebrovascular.
Es importante evitar el tabaco y también tener un peso adecuado, ya que la obesidad favorece este trastorno. Es crucial hacer actividad física de manera regular, adaptado a la edad de cada uno y a su condición física. Debe ser lo más lúdico posible para incorporarlo a la actividad personal de cada uno: caminar rápido, hacer natación, gimnasia o ir en bicicleta son actividades accesibles a todas las edades.
Pero también hay unas recomendaciones nutricionales que conjuntamente con el tratamiento farmacológico permiten un rápido y mejor control de la gota. Es primordial evitar el exceso de carne, sobre todo carnes rojas y procesadas, mariscos y grasas saturadas, o productos en conserva. Es importante comer fibra en forma de cereales integrales, legumbres, cinco raciones diarias de verduras y frutas. Se recomienda que el consumo de lácteos sea bajo en grasas, que aunque parece que no disminuyen el riesgo cardiovascular, sí tienen un efecto beneficioso en la reducción del ácido úrico.
Debe evitarse el consumo excesivo de alcohol, ya que la cerveza y las bebidas con una alta graduación alcohólica pueden favorecer los ataques de gota cuando se consumen durante las crisis. De todos modos, las bebidas alcohólicas fermentadas de baja graduación, como el vino y la cerveza, y dentro de un patrón de estilo de vida mediterráneo es aceptado.
Se considera necesario reducir el consumo de bebidas azucaradas, y beber mucha agua para evitar que las arenillas que forman esos pequeños cristales de ácido úrico se conviertan en cálculos renales. Sin que exista una cantidad exacta, debe beberse al menos 1,5 ó 2 litros de agua diarios.
Los alimentos aconsejados para tomar a diario son los pescados principalmente pescados blancos, como la merluza, el lenguado o el bacalao; los productos lácteos bajos en grasa y el aceite oliva; las carnes blancas, legumbres, pasta y cereales, frutas, verduras y hortalizas.
Por el contrario, deben evitarse los mariscos, los productos lácteos grasos, los embutidos , las conservas y encurtidos, la bollería y la cerveza pero sobre todo las bebidas alcohólicas de alta graduación. Conviene limitar a varias veces a la semana el consumo de pescados azules como el arenque, la sardina, boquerón o anchoas, así como los productos semigrasos.
Pero, ¿qué debo hacer ante un ataque de gota?.
Quizás la primera crisis de gota no la reconozca. Suele hincharse y doler la primera articulación del dedo gordo del pie, pero puede haber otro tipo de dolores articulares: en las rodillas, en las manos o en la planta de los pies. En este primer caso conviene consultar con el médico para diagnosticarlo y diferenciar de otras causas de dolor articular.
El tratamiento suele ser con antiinflamatorios o corticoides reservando los medicamentos que bajan los niveles de ácido úrico en sangre, como el alopurinol, para una situación posterior más estable manteniendo los niveles bajos en sangre. Estos fármacos disuelven los cristales de urato y reducen su nivel en el líquido de las articulaciones y de sus tejidos.
Lo importante es hacer una dieta saludable y variada, de estilo mediterráneo, baja en grasas saturadas y rica en frutas, verduras y lácteos desnatados. Con estos consejos evitarás la temible gota.