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Flemas verdosas, amarillentas, marronáceas: ¿qué significado tiene cada una de ellas?. Es habitual plantearse esta pregunta cuando tenemos un acceso de tos y el esputo va a parar a un pañuelo desechable, ¿verdad?. El color de las flemas puede orientarnos sobre si el sistema respiratorio está sano o no. Puede darnos datos sobre la necesidad de requerir un antibiótico, evitando su toma innecesaria.

Las flemas son un tipo de moco producido en los pulmones y en el tracto respiratorio inferior que se expulsa por la boca en el momento de toser. Su principal función es evitar que gérmenes o partículas pueden entrar en las partes más inferiores del pulmón, y que potencialmente pueden causar una infección expulsándolas al exterior. En ocasiones dichas partículas y gérmenes pueden causar un cuadro de asma, por eso importa que su expulsión sea inmediata.

Existen otras partes del organismo donde también se produce moco, como  a nivel superior del tracto respiratorio como es la nariz, la boca o la garganta. Pueden aparecer flemas muy similares ante un cuadro de gripe o catarro.

Tanto toser como estornudar ayudan al organismo a expulsar partículas y gérmenes poco deseables. Las flemas con un significado menos relacionado con las infecciones son las claras, que son poco densas y acuosas e indican que, de momento, no hay riesgo de pensar en una infección respiratoria. En términos prácticos, no deberían iniciarse tratamientos con antibióticos. Su uso en estas condiciones fomenta el aumento de resistencias de los gérmenes a los antibióticos, con lo que en próximas situaciones el medicamento no será efectivo.

Pero no sólo las infecciones pueden causar cambios en la texturas de las flemas. La deshidratación puede hacer que el moco respiratorio sea más espeso de lo habitual.

Los pacientes que padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) suelen presentar como síntomas principal el exceso de mucosidad que expulsan por las mañanas al toser, y que se ha ido acumulando durante toda la noche. Esta enfermedad crónica hace que el tracto respiratorio esté produciendo constantemente un moco que hace que las flemas sean espumosas y teñidas de un color grisáceo.

Generalmente el moco es claro y poco espeso, lo cual cambia en alguien que está enfermo por una una infección. En este caso el moco se vuelve más espeso y cambia de color. Puede ser también habitual verlo en quienes fuman, que ya se sabe que tienen mayor riesgo de cáncer de pulmón.

Veamos lo que significan las distintas tonalidades de flemas.

causa de flemas

Flemas claras.

Si expulsas flemas claras, podemos pensar que eso es lo normal. Contienen agua, sales y células del sistema inmune que pelean para que los gérmenes no entren en el pulmón. Son producidas en el tracto respiratorio y se expulsan con facilidad.

Flemas blanquecinas.


Las flemas blanquecinas significan congestión nasal. Cuando se congestiona la cavidad nasal, por ejemplo, por un resfriado, los tejidos se inflaman y producen más moco espeso, pero de color blanco. Es bastante habitual encontrarlas en cuadros de rinitis alérgica.


Flemas amarillentas.

Las flemas amarillentas sugieren que el sistema inmunitario está luchando en un proceso infeccioso aunque puede ser causado por otro proceso inflamatorio. Las células blancas inmunitarias producen sustancias de defensa que causan una tinción del moco, y que sugieren infección causada or agentes patógenos.

Flemas verdosas.


Las flemas verdosas indican una amplia y fuerte respuesta inmunitaria. Las células de defensa, los gérmenes, otras células de inflamación y proteínas producidas durante este proceso confieren este típico color verdoso.

Flemas rojizas.

Las flemas de color rojo indican presencia de hemoglobina, una proteína presente en los hematíes o glóbulos rojos. Aunque puede haber muchos motivos para que exista el color rojo en las flemas, la infección respiratoria es una de ellas. Lo más habitual es la rotura de pequeñas venas en la orofaringe durante el esfuerzo de toser, pero según la cantidad de sangre podemos pensar en que su procedencia sea de vasos pulmonares.

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En otras circunstancias, la presencia de sangre se traduce no sólo en flemas de un color rojizo sino rosado. Se debe al trasudado en procesos graves cardiaco-pulmonares como es en la insuficiencia cardiaca o en el edema agudo de pulmón, en infecciones como la tuberculosis, en procesos graves como el tromboembolismo pulmonar, o en procesos tumorales.

 

Flemas marronáceas.

Las flemas marrones indican degradación de la sangre que había en las mismas, y que por oxidación han cambiado de color. Si el color es oscuro tirando a negruzco, podemos pensar en que existe una infección por hongos. En este caso es imprescindible contactar con un médico, ya que además de descartar dicha infección puede ser potencialmente mortal en personas con el sistema inmunitario deprimido.

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De todos modos, el color de las flemas sin tener en cuenta otros síntomas respiratorios tiene un significado relativo. La sensación de fatiga o dificultad para respirar, la fiebre o el dolor torácico al respirar deben interpretarse conjuntamente con el color de las flemas para hacer una orientación diagnóstica; ya que el dolor torácico no siempre se debe a un infarto.

El médico no hace un diagnóstico según el color de las flemas, sino teniendo en cuenta una serie de signos y síntomas. Por eso, tener flemas de color verdoso, amarillento o más espesas de lo habitual no siempre significa la presencia de infección. Tampoco determina el color la presencia de una infección vírica o bacteriana. Incluso una respuesta alérgica puede cambiar el color de las flemas.

La humidificación del ambiente, hidratarse bien con zumos o líquidos y el uso de expectorantes permiten que el moco sea más fluido, facilitando su expulsión con el esfuerzo de la tos.

Atención psicológica clinica do muiñoConviene consultar con el médico si las flemas no mejoran en varios días, ya que debe valorarse el uso de otros medicamentos como pueden ser los antibióticos. La presencia de flemas rojizas, negras, marronáceas o amarillo-verdosas deben ser valoradas para tomar las medidas más adecuadas.