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Síndrome postvacacional es un conjunto de síntomas que aparecen cuando tras un periodo de vacaciones nos reincorporamos a nuestras obligaciones laborales. No está aceptado como enfermedad, y consiste en una serie de síntomas como tristeza, cansancio, somnolencia, fatiga, debilidad,… justo al terminar un largo periodo de descanso. ¡Qué curioso¡, encontrarse fatal cuando hay que reiniciar nuestras obligaciones.

(Actualizado artículo de septiembre de 2017)

Aunque no está muy claro su existencia real, existen diversas formas de evitar el conocido síndrome postvacacional. Vamos a ver algunas ideas que puedan ayudar a hacerlo más llevadero: exista o no exista dicho síndrome.

 

 

Cuando alguien se incorpora a su puesto laboral podemos hacer unas pequeñas recomendaciones que mitiguen el posible malestar que causa y sobrellevar mejor esta incorporación. También permiten plantar cara a la jornada laboral intensiva en verano. 

Si ya estás incorporado a tu puesto laboral y ya no puedes prevenir el síndrome postvacacional, quizás para el próximo año o en otra época de descanso puedas hacer algunos cambios:

1. El primer día no conviene cargarse de trabajo. Hay que ponerse al día de lo que se dejó pendiente antes de las vacaciones y de lo que ha ocurrido mientras tanto. Es recomendable marcarse un planning de trabajo durante los primeros tres días de regreso, ya que suelen ser suficientes.

sindrome postvacacional2. La reincorporación puede servirnos para establecer nuevas metas que ayuden a mejorar el ambiente laboral con el jefe o los compañeros, incluso con la forma en que llevamos diariamente el trabajo. En este caso el síndrome postvacacional puede convertirse en un aliado¡¡

3. Es fundamental planificar las actividades de ocio. No sólo las que hacemos rutinariamente durante el año, sino planificando salidas familiares o con amigos en lo que falta de año. Contactar con gente que no hemos visto durante las vacaciones permite mejorar la adaptación al nuevo horario del día y compartir experiencias. Es muy conveniente organizar actividades de ocio  y pensar que aún quedan puentes, festivos y fines de semana o incluso días libres el resto del año.

4. Seguir o iniciar una adecuada alimentación y practicar deporte son imprescindibles a la hora de volver al trabajo. El deporte permite liberar unas sustancias naturales en el organismo que son las endorfinas, lo que provoca que el estado de ánimo mejore y la inapetencia se reduzca, señal de que el síndrome postvacacional va mejorando.

De cara al próximo año, para evitar el síndrome postvacacional conviene saber que…

1. Es recomendable que antes de marchar dejemos todos los trabajos realizados, y esto se consigue con una adecuada planificación. De esta manera, al regresar será más fácil ponerse al corriente y evitaremos dejar complicaciones a los compañeros durante nuestra ausencia. Dejar los trabajos cerrados y evitar tener citas importantes justo al regreso ayudarán a una adaptación paulatina.

sindrome postvacacional

2. Siempre que sea posible, conviene fraccionar los periodos vacacionales y evitar cogerlos todos en un único periodo (siempre que sea posible). Es preferible dividirlos a lo largo del verano para que la vuelta sea menos abrupta y planificar las vacaciones y los días libres de una manera homogénea a lo largo del año.


3. Sólo es posible trabajar si se descansa de manera adecuada, por lo que aprovechar el periodo de descanso es obligatorio para seguir rindiendo. Si todo el trabajo se planifica previamente a las vacaciones y se descansa completamente durante las mismas, evitando llevar trabajo al lugar de ocio, es más fácil regresar con las pilas cargadas.

4. Se debe planificar el regreso, evitando volver de vacaciones el día de antes de iniciar el trabajo. Es recomendable incorporarse al trabajo al menos un par de días después de regresar de viaje para que dé tiempo a retomar rutinas: poner en orden el hogar, ver a amigos y familiares, recuperar el horario y las horas de sueño habituales,… y evitar el insomnio.

No conviene agobiarse y amargar la vuelta al trabajo…hay que pensar que ya queda menos para las próximas vacaciones. El síndrome postvacacional también conocido como depresión postvacacional es pasajero. En cuanto entremos en la rutina diaria, los síntomas desaparecerán. Ahora bien, si estos se prolongan más de dos o tres semanas, conviene que lo consulte con el médico. Debajo de unos síntomas similares se esconden enfermedades mucho más preocupantes como la depresión o la ansiedad.

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Si tienes alguna duda sobre salud laboral, no olvides consultarlo en páginas oficiales.

Ya sabes: ¡la felicidad es una actitud¡, y todos estos consejos pueden ayudarte en el día a día, no sólo en el síndrome postvacacional, exista o no exista.