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Estrés: una palabra que se usa habitualmente para resumir unos síntomas muy comunes. Es frecuente que alguien diga: “Estoy estresado”. Pero, ¿qué es el estrés y cómo nos puede afectar?. Veamos algunas señales que pueden ayudarte a reconocer que lo sufres sin saberlo.

Con este post actualizamos la información de una antigüa entrada al respecto. Se trata de una reacción del cuerpo a un desafío o demanda. Si se produce en pequeños episodios, el estrés puede ser positivo (como cuando nos ayuda a evitar el peligro), pero cuando el estrés se prolonga en el tiempo, puede dañar nuestra salud.

Los organismos públicos de sanidad suelen aportar herramientas y webs para ayudar a controlar los niveles de estrés en la población. Sobretodo en estos tiempos en que el Covid-19 ha afectado de manera excesiva a todos los estamentos sociales.

estrés

 


El estrés es un “sentimiento de tensión física o emocional que puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso”.


 

Tras un experimento llevado a cabo en el Duke Heart Center (una de las instituciones médicas más prestigiosas de Estados Unidos) consistente en someter a 56 mujeres y 254 hombres diagnosticados con enfermedades cardiovasculares,  a un conjunto de pruebas mentales y físicas alternadas con pruebas médicas para evaluar el estado de cada uno de ellos, se obtuvieron interesantes conclusiones.

Los hombres mostraban más cambios  en la tensión arterial y la frecuencia cardiaca en respuesta al estrés mental. En cambio, las mujeres experimentaron isquemia miocárdica. Además, ellas también sufrían un aumento de la agregación de plaquetas –que es el comienzo de la formación de coágulos de sangre– con mayor frecuencia que los hombres.

 

Además, notaron un incremento de sus emociones negativas y una mayor descenso de las emociones positivas en las pruebas de estrés mental,  afecta a la salud cardiovascular revelando que afectaba a hombres y mujeres de manera diferente.

En cualquier caso, está demostrado que afecta a un elevado número de personas siendo la principal causa de jornadas de trabajo perdidas (60%) según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA).

Atención a las señales para prevenir el estrés.

Saber qué es lo que podemos hacer para prevenirlo puede ayudarnos a proteger nuestra salud mental y física, evitando por ejemplo, el infarto de miocardio o protegiendo la salud cerebral.

Para reconocer las señales de estrés, debes vigilar:

1. Síntomas mentales. Dificultad para concentrarse, mal humor, nerviosismo y ansiedad, preocupación excesiva, agitación, tensión y sensación de aislamiento o agobio.

2. Agotamiento, dolor de cabeza, tensión muscular, sensación de falta de energía, sequedad bucal, problemas gástricos, diarrea o estreñimiento, náuseas, vértigo y pulso cardíaco rápido.

3. Cambio en nuestros hábitos. Si sufrimos estrés, es posible que se descompensen nuestras necesidades más básicas como comer o dormir. Hacerlo en exceso o muy poco pueden ser signos de estrés.

4. Dejadez y excesos. Cuando las preocupaciones acaparan todo el pensamiento, podemos abandonarnos en nuestra manera de vestir e incluso en la higiene o abusar de sustancias como el alcohol, el tabaco o los tranquilizantes.

5. Malestar general. En situaciones de estrés, el cuerpo aumenta la producción de cortisol y adrenalina, lo que puede dar lugar a modificaciones del ritmo cardíaco, de la presión sanguínea, el metabolismo y la actividad física lo que produce un estado general de malestar.

6. Pesimismo y miedos incontrolables. El hecho de sufrir diariamente con pensamientos negativos o recuerdos de un evento traumático del pasado puede producir estrés. En casos extremos, la sensación de pánico o miedo incontrolable pueden indicar que padecemos estrés. Y mucho más si hay trastornos de personalidad subyacentes.

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No porque sintáis alguno de estos síntomas significará siempre que tengáis estrés. Pero sí conviene que, si detectáis varias señales unidas y no hay otra causa identificada, consultéis con vuestro médico porque el estrés podría estar detrás de todos ellos. Y sus repercusiones para la salud pueden ser graves.