El ejercicio físico es el camino más seguro para que tengas salud. Un estudio recientemente publicado en la revista científica internacional “The Lancet”, vuelve a confirmar el beneficio que el ejercicio físico supone para la salud cardiovascular. Si cada uno de nosotros hiciese 30 minutos diarios de actividad física, en forma de ejercicio físico programado o como parte de nuestra actividad diaria, podrían evitarse una de cada 12 muertes por una enfermedad cardiovascular como el infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o insuficiencia cardiaca. Y también el ejercicio físico evitaría uno de cada 20 casos de enfermedad cardiovascular.
Esos 30 minutos diarios 5 días a la semana son una recomendación de la OMS (Organización Mundial de la Salud), para evitar el incremento de mortalidad y secuelas a causa de las enfermedades cardiovasculares que son la primera causa de muerte en los países occidentales e industrializados. Esos minutos son fundamentales para evitar la obesidad infantil y juvenil, así como sus complicaciones.
Lógicamente cuanto más ejercicio físico, más efecto beneficioso para la salud. Aunque resulta una relación en la que quien más beneficiado sale es aquella persona que haciendo poco ejercicio físico, aumenta su nivel. En las personas que hacen mucho ejercicio físico, su aumento aporta menos beneficio cardiovascular que para el grupo de población anterior.
Para hacer ejercicio físico no es necesario estar apuntado a un gimnasio. Seguro que en tu entorno hay un espacio al aire libre para hacer algún deporte que te guste o simplemente correr. Y es que además, en el día a día se puede hacer más ejercicio físico: subir escaleras en vez de coger el ascensor, ir caminando al trabajo o dejar el coche a cierta distancia para forzarse a caminar, incluir el hábito de caminar a diario por la tarde mientras se dirigen a algún lugar o recado,…
Los datos de este estudio se basan en más de 130.000 entrevistas repartidas en 17 países, en las que se le preguntó sobre sus hábitos de vida saludables o no. La conclusión es que cumplir esos 150 minutos semanales de actividad física moderada se asocia con tener un menor riesgo de mortalidad y de enfermedad cardiovascular.
Si ese ejercicio físico es más intenso, y desarrollan una actividad física de más de 100 minutos diarios, el riesgo es menor. Sin embargo, los investigadores vieron que era más sencillo conseguir dicho beneficio cardiovascular cuando el ejercicio físico se incluía en las actividades cotidianas como los desplazamientos al trabajo o al colegio, el tipo de trabajo o el trabajo doméstico o si se incluía en las actividades de ocio.
Los resultados del estudio demostraron que el beneficio del ejercicio físico era independiente del país del que se tratara. Por tanto, ya fuese en países de bajos ingresos o altos, el beneficio se mantenía de manera independiente.
A pesar de que la OMS recomienda a los adultos de 18 a 64 años realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada, casi un 25% de la población mundial no cumple dichas premisas. Y esta es una de las causas que más fácilmente se pueden corregir conjuntamente con una mejora en la dieta diaria, para que disminuya la elevada morbimortalidad asociada a las enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio.
El ejercicio físico es un aspecto de coste mínimo en el que lo que más cuesta es crear el hábito. Mantenerlo no es fácil, pero es más sencillo que iniciarlo. Para empezar cada uno debería conocer sus estrategias y adaptarlas al horario del día a día.
Hay quienes prefieren levantarse temprano para disponer el resto del día en otras tareas, otros prefieren hacerlo al final del día como forma de relajarse antes de acostarse y evitar el insomnio. Los gustos sobre un deporte determinado, la piscina, las carreras,.. son fundamentales para encontrar el hueco necesario para la actividad física. También hay que considerar que los mayores deben hacer ejercicio físico adaptado a su situación personal, condicionantes de movilidad y aspectos de la salud.
En el estudio participaron 130.843 personas de edades comprendidas entre los 35 y los 70 años procedentes de áreas urbanas y rurales de 17 países de distintas regiones del mundo. Respondieron a cuestionarios sobre sus niveles de actividad física, su situación socioeconómica o su estilo de vida. También completaron un cuestionario sobre los tipos de actividad física que realizan durante una semana típica, con objeto de calcular sus niveles medios de actividad.
Como en todo estudio relacionado con las enfermedades cardiovasculares se analizaron sus antecedentes clínicos personales y familiares al respecto. Finalmente se les determinó su peso, talla, circunferencia de cintura y cadera y la presión arterial.
Con todos estos datos, los investigadores concluyeron que si se cumplieran las pautas recomendadas, podrían prevenirse el 8% de las muertes (aproximadamente una de cada 12 muertes). También se podrían prevenir el 4.6% de los casos de enfermedad cardiovascular, lo que supone uno de cada 20 casos.
En el caso de que la población fuese muy activa y su ejercicio físico superara los 750 minutos semanales se podría prevenir el 13% de las muertes (alrededor de una de cada 8 muertes), y el 9.5% de los casos de enfermedad cardiovascular ( uno de cada 10 casos).
Aunque los niveles de ejercicio físico alto no suponen más riesgos para la salud, en general encontraron que las dificultades para seguirla eran mayores. De ahí que a nivel poblacional es saludable y más sencillo de conseguir los 150 minutos semanales de actividad física moderada. En un post anterior ya comentamos por qué los niños deben hacer ejercicio físico.
Incluye estas recomendaciones en tus hábitos de vida diarios, y reduce tu riesgo cardiovascular.
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