El asma es una enfermedad respiratoria que se caracteriza por la obstrucción reversible de las vías respiratorias. Los síntomas principales del asma son la dificultad para respiratoria, tos y sibilancias o pitidos audibles por el propio enfermo o por los que conviven con él. Aunque el ejercicio físico es recomendable para todas las personas independientemente de su edad, convendría tener unas consideraciones para los enfermos de asma.
Las personas que padecen asma tiene dificultad para entrar y salir el aire de los pulmones. La causa es la obstrucción de la vía aérea como consecuencia de la reacción del bronquio a algún alergeno y a un proceso de inflamación crónica de las vías aéreas.
Los síntomas principales del asma son la dificultad para respirar, los pitidos al respirar, tos y sensación de dolor u opresión torácica. Además, es frecuente que tengan antecedentes de rinitis alérgica, aunque no siempre existe en todos los enfermos.
¿Cuál es el beneficio de practicar actividad física?.
Aunque la actividad física es un hábito recomendable en todas las edades, debe estar adaptado a las circunstancias y posibilidades de cada persona, así como a sus enfermedades y situación funcional actual.
Las personas que padecen asma pueden beneficiarse del ejercicio físico por los siguientes motivos:
- de manera general, mejora la condición física.
- el entrenamiento continuo mejora el estado muscular y la sensación de fatiga o ahogo, ya que contribuye al buen desarrollo físico.
- mejora la autoestima de la persona, y de manera indirecta mejora los síntomas de depresión al favorecer el buen estado psicológico.
- favorece que la persona se integre en un grupo social al hacer deporte en grupo.
- mejora el autoconocimiento sobre la propia enfermedad, y por tanto el autocontrol de la misma, ya que le permite ajustar mejor la dosis de medicamentos necesarios para controlar su enfermedad.
- los retos deportivos pueden ayudar a fijar objetivos de control del asma adaptados a cada persona.

Joffrey Baratheon. Personaje Juego de Tronos. Foto cortesía ABC.
En el caso de quienes padecen bronquitis crónica o EPOC las circunstancias del ejercicio físico debe ser más adaptado a su situación funcional pulmonar, con un ejercicio más progresivo y gradual.
¿Qué recomendaciones se deben dar a las personas con asma para realizar actividad física?.
Es importante escoger el deporte más adaptado a los gustos de cada uno, a sus propias necesidades y posibilidades personales. Aunque el ejercicio físico aporta beneficios para la salud, también es un estímulo lúdico, socializador y de mejora de las condiciones de cada uno tanto psíquicas como físicas.
Por supuesto, es fundamental tomar la medicación que su médico le pauta de manera regular para controlar su asma. Este tratamiento diario debe seguirse incluso cuando se encuentre bien, ya que de este modo se consigue tener la enfermedad lo más estable y controlada posible.
En algunas ocasiones el médico le pautará un tratamiento extra, generalmente uno o dos inhaladores que en ocasiones deben ser tomados antes de practicar deporte. De todos modos, hay que tener cuidado con estos tratamientos porque pueden causar dopping y debe estar en conocimiento de las autoridades deportivas federadas correspondientes para evitar sanciones. Por ejemplo, Miguel Indurain era uno de los ciclistas más importantes de todos los tiempos que padecía asma y que precisaba mantener controlada su medicación pero que los agentes federativos conocían.
Antes de empezar a hacer deporte, conviene hacer un calentamiento progresivo de al menos 15 minutos. Si inician los síntomas de asma, conviene tomar el tratamiento inhalado que tengas pautado y esperar en reposo unos 10 minutos para reiniciar el calentamiento.
Generalmente, respirar por la nariz mejora la inhalación de aire que se caliente y purifica en la nariz gracias a los pelos y mucosas que hay en su interior. De este modo, además de calentar se humidifica el aire inhalado y se reducen las partículas nocivas que entran en los pulmones.
Si es posible escoger, conviene hacer ejercicio físico de manera gradual y no repentina en un entorno agradable en las afueras de la ciudad, con un ambiente tranquilo y cálido, fuera de las horas centrales del día para evitar el fenómeno de la insolación. Protegerse de los rayos solares pueden mejorar el rendimiento deportivo.
De la misma manera que al inicio, conviene terminar de manera gradual y no abrupta la sesión de ejercicio físico.
Si padeces resfriado o gripe y te encuentras muy congestionado, con fiebre, flemas o malestar conviene suspender la actividad física hasta que te recuperes. En ciudades grandes, la contaminación atmosférica es un factor importante a tener en cuenta. Como también lo es en ciudades pequeñas o en las afueras de las ciudades el nivel polínico local, ya que las personas con rinitis o alergia al polen pueden tener crisis severas de asma.
Quizás sea importante disponer de un medidor de flujo o peak-flow ya que la medición del flujo espiratorio máximo puede darnos una idea del nivel de obstrucción de las vías aéreas. Si ese pico de flujo es inferior al 50% del nivel ideal, se debe suspender la actividad y usar el inhalador correspondiente.
Si el flujo está entre el 50% y el 80% se debe tomar el inhalador y esperar para hacer un calentamiento adecuado para ver si es posible reiniciar la actividad física.
Si el flujo supera el 80% del flujo habitual se debe realizar el calentamiento y seguir con la actividad física.
¿Hay algún deporte o actividad física más recomendado que otro?.
No hay un deporte recomendado o no recomendado para los asmáticos. Es conveniente que sea una actividad que le guste a uno, combinando la parte de entretenimiento de la actividad y la parte saludable. Por tanto, en general todos los deportes son adecuados sólo dependen de tus gustos personales pero recomendando actividad física desde niños.
Quizás aquellos deporte que tengan cambios bruscos e importantes de temperatura sean menos recomendados. Como tampoco son recomendables los deportes con cambios de presión atmosférica, frío o ambientes alergenos. En el caso de los alérgicos al polen, se recomienda actividades de interior o indoor ya que están más protegidas de los excesos polínicos del ambiente. Aunque esto puede variar según la época del año y la situación climatológica diaria. Generalmente las lluvias arrastran al suelo las partículas de polen y disminuyen sus valores en el aire.
Sólo disfruta de tu deporte favorito, sea de invierno o verano y sigue las recomendaciones de tu médico en su práctica. Entrénate bien para disfrutar del mismo y no te olvides de calentar antes de empezar.
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