“¿Disnea?, ¿tiene usted disnea?”, pregunta el médico. A propósito de una pregunta que me hizo un paciente que había acudido a una consulta especializada, y que no entendía la pregunta, se me ocurrió explicarle que la disnea es una sensación de falta de aire y dificultad para respirar. Sus causas son muy variadas, pero generalmente las principales son pulmonares o cardiacas.
La disnea de causa cardíaca sucede cuando el corazón no es capaz de bombear la sangre que hay en su interior y se acumula justo antes de entrar en él, a nivel del pulmón, que es donde se oxigena. Cuando una persona es diagnosticada, por ejemplo, de fibrilación auricular o presenta insuficiencia cardíaca, se favorece la congestión del tejido pulmonar, no se produce la oxigenación de la sangre y uno de los síntomas es la aparición de disnea.
Otras veces, la disnea tiene su causa a nivel pulmonar sin afectarse el corazón, como en las personas que padecen asma o bronquitis crónica. Es como si hubiese una “coraza” que no permite al pulmón expandirse completamente, y ocasiona esta desagradable sensación de falta de vida, entre otros síntomas respiratorios como la tos, expectoración de moco o causar pitidos o sibilancias.
Lo saben muy bien quien tiene que hacer ejercicio físico y a su vez presenta síntomas de asma. la dificultad para respirar hace que se precise medicación para poder realizarlo.
Las infecciones respiratorias o enfermedades víricas como el causado por el Covid-19 tienen como síntoma principal esta dificultad respiratoria.
Sea de una forma o sea de otra, la sensación de falta de aire se clasifica en grados para darnos una idea de la repercusión que tiene en la vida diaria del enfermo. Así pues, el médico pregunta y valora el grado de afectación.
Se habla de disnea grado 0 cuando, como es evidente, no hay ningún tipo de disnea o de dificultad para respirar al realizar ejercicio físico intenso.
Hacemos mención a la disnea de grado 1 cuando aparece dificultad para respirar mayor de la habitual al andar deprisa en llano o al subir una pendiente poco pronunciada.
La disnea grado 2 es aquélla que aparece cuando hay incapacidad para mantener el paso de otras personas caminando en llano, o simplemente si se produce disnea con las tareas cotidianas, del día a día, impidiendo realizarlas de manera habitual.
Generalmente, este grado de disnea aparece al caminar más de 100 metros, así podemos estimar la distancia a la cual el paciente tiene que pararse para coger aire.
Si aparece al caminar menos de 100 metros, o a los pocos minutos después de empezar a caminar en llano, y ello obliga a parar para descansar hablamos de disnea grado 3.
La disnea grado 4 es la que aparece en reposo. El paciente se ahoga sentado y le impide salir de casa o realizar actividades tan cotidianas como vestirse, desnudarse o moverse en el baño.
Sea de una forma o sea de otra las personas que presentan este síntoma deberían ser valorados por su médico y hacer un seguimiento en su médico de familia.