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La disfagia es una alteración relacionada con la capacidad normal de tragar de las personas. Aunque el concepto sirve para cualquier persona que lo padezca, nos centraremos en la disfagia asociada a las personas mayores con demencias, ya que la prevalencia en estos es mayor. Está clasificada dentro de las patologías digestivas en la Clasificación Internacional de las Enfermedades propuesta por la Organización Mundial de la Salud y es un importante síndrome geriátrico.

Prevalencia y causas de disfagia.


La disfagia es consiste en una dificultad o incomodidad para mover el bolo alimenticio desde la boca al estómago. Presenta una alta prevalencia en ancianos y su origen es muy variado, es decir, es multifactorial porque son distintas causas las que pueden provocarla.
Suele presentarse en ancianos con múltiples enfermedades reunidas en la misma persona, lo que se llama comorbilidades. Y es frecuente que la capacidad funcional de dicha persona sea baja, es decir, que precise ayudas para realizar las actividades básicas de la vida diaria.

Puede afectar a entre un 40-70% de las personas que han sufrido un accidente cerebral vascular (ictus). Pero también se presentan con frecuencia en personas que padecen enfermedades neurodegenerativas como la Corea de Huntington u otras enfermedades raras.
Entre los enfermos de Parkinson o Enfermedad de Alzheimer puede ocurrir hasta en el 80% de ellos en algún momento de su vida desde el diagnóstico.
Las personas que han sufrido cáncer a nivel de orofaringe, laringe u otra área maxilofacial presentan mayor riesgo de alteración de la deglución, y por tanto de sufrir disfagia.
Como vemos, son las personas con estos antecedentes quienes están en mayor riesgo de sufrir disfagia y sus complicaciones, entre las que suelen estar las infecciones respiratorias con una elevada mortalidad.


¿Cómo reconocer si una persona padece disfagia?


Una persona con disfagia tiene un mayor riesgo de atragantamiento. La coordinación motora de los músculos de la deglución están alterados y es fácil que el bolo alimentario o la saliva se dirijan a las vías respiratorias.
Las personas con disfagia suelen presentar:
.- carraspeo frecuente o sensación de atascamiento de la comida en la garganta
.- tos durante y después de la ingesta
.- atragantamientos con determinadas consistencias de alimentos, generalmente líquidas
.- babeo inadecuado por ser más abundante la cantidad de saliva en la boca o restos de comida que no pueden tragarse.

En personas con problemas respiratorios frecuentes y repetidos procesos febriles, es relativamente razonable pensar que las microaspiraciones de saliva o comida sean una posible causa de la fiebre.


Cuáles son las complicaciones de la disfagia.


Las principales complicaciones de una persona que presenta disfagia, y a las que debe estar atento el cuidador son:
.- Complicaciones respiratorias: son la principal causa de mortalidad en los ancianos que la presentan. La aspiración de alimentos, agua o incluso de la saliva favorecen que el 50% de estas personas sufran una neumonía aspirativa con elevada mortalidad.

cuidar envejecimientoLos ancianos institucionalizados o que viven en sus domicilios, y presentan una alta dependencia o fragilidad, son los que tienen mayor riesgo de padecerlas. Y estos síntomas no tienen que ver con la presencia habitual de flemas.
.- Malnutrición o deshidratación: la malnutrición en el mayor es un síndrome geriátrico cuya prevalencia puede alcanzar hasta el 60% de quienes presentan disfagia. La mala experiencia de los atragantamientos y la dificultad para tragar alimentos sólidos o líquidos como la sopa son la principal causa. Esta malnutrición debilita al enfermo al perder masa muscular, y establece un círculo vicioso que empeora las consecuencias de la disfagia.


Consejos generales ante una disfagia.


.- Las personas que tienen disfagia para sólidos deben tomar los alimentos preparados en textura triturada o túrmix, ya que facilita la deglución de los mismos.  En el caso de toser con la ingesta de líquidos, deben usarse espesantes o aguas gelificadas.
.- Las comidas deben fraccionarse en pequeñas tomas de escaso volumen y repartirlas en 5 ó 6 comidas al día. De todos modos, las ingestas por las mañanas deben ser de mayor volumen que por las tardes, ya que al final del día el cansancio de los pacientes o el mayor efecto de ciertos medicamentos psicotrópicos pueden afectar a su capacidad deglutoria.

mayores

.- El ambiente de las comidas debe ser relajado y tranquilo, evitando ruidos y elementos estresantes que distraigan al mayor.

La televisión puede ser un aliado o un enemigo, por lo que los cuidadores sabrán qué hacer en cada momento.
Aunque pacientes con disfagia suelen precisar cuidados o atención de cuidadores, debe favorecerse la autonomía personal. Si es posible que tomen los alimentos por su mano, sólo habría que supervisarlos.


.- Cuando se les da la comida en la boca, debemos esperar hasta que el bocado de la cucharada anterior se haya tragado completamente. Así evitamos acumular restos en la boca que hacen crecer el bolo, y que al final no podrá deglutir.


Las comidas deben ser de aspecto y color atractivos, con sabor, evitando comidas excesivamente sosas. El aspecto visual, el olor y el sabor de los alimentos es fundamental para estimular la saliva y favorecer la deglución.
A veces, mayores con demencias avanzadas que precisan mayor nivel de cuidados pueden no abrir la boca para introducirles la cuchara. En estos casos, con cuidado, y con instrumentos que no lastimen, se les puede presionar el labio inferior para estimular la apertura de la boca.
Los alimentos triturados deben tener una textura homogénea, evitando mezclar texturas porque pueden rechazar la comida o atragantarse.


¿Cuál debe ser la posición del cuerpo para dar de comer a un mayor?


Para evitar problemas en personas con disfagia conviene mantener una adecuada posición del cuerpo:
.- Debe estar sentado con la espalda apoyando en el respaldo de la silla y los pies apoyados en el suelo o en las plataformas de las sillas. Comer recostado favorece los atragantamientos.
.- Los hombros y la cabeza deben estar hacia adelante, con la cabeza ligeramente flexionada
.- si un cuidador le da de comer, conviene que se ponga por delante  aunque hacia un lado
.- debe permitirse una respiración pausada de manera que pueda coger y expulsar el aire después de tragar el alimento, lo cual ayudará a mantener limpias las vías respiratorias.
.- después de tragar conviene toser o aclarar la garganta para arrastrar
.- no se debe hablar mientras se ingieren alimentos ya que es más fácil que se atraganten… pero, ¿qué alimentos pueden presentar mayor riesgo de atragantamiento?.

Listado de alimentos con mayor riesgo de causar atragantamientos en personas con disfagia .


A continuación presentamos algunos alimentos saludables que deben evitarse en personas con la mínima sospecha de disfagia, aunque también se incluyen otros alimentos que se pueden presentar:

.- mezclar texturas líquidas y sólidas como sopa con tropezones de carne, pescado, cereales, pasta. Debe triturarse toda la comida para evitar sensación de trozos sólidos entre el líquido que se deglute. Como tampoco deben mezclarse yogures líquidos con trozos de frutas. Existen yogures sin trozos, mucho más recomendables.
.- alimentos pegajosos como la miel, la leche condensada, el plátano, los caramelos masticables,… deben evitarse por el riesgo que entrañan de atragantamiento, y además deben restringirse si presentan diabetes.


.- en personas con disfagia no se deben usar alimentos que sueltan agua como melones o sandías, ya que aún siendo un alimento sólido al masticarlos sueltan la gran cantidad de agua que contienen. Esto sucede también con naranjas, mandarinas o peras de agua.
.- los alimentos fibrosos como la piña, el apio o los espárragos
.- alimentos secos y crujientes como hojaldres, tostadas, galletas o patatas fritas de bolsa y similares
.- alimentos que contengan espinas, huesecitos, grumos, pieles o cartílagos.
Por último, conviene saber que el uso de espesantes puede alterar la textura de un líquido según la cantidad que se emplee.

Beneficio de los zumos de fruta naturales

De manera gráfica, para un vaso normal tipo de 200 ml de líquido, por ejemplo un zumo de frutas, podemos conseguir:
.- textura tipo zumo espeso o néctar al aplicar dos cacitos de espesante (según la marca comercial).
.- textura tipo miel si se aplican 4 cacitos de espesante.
.- textura tipo flan o pudding si se aplican 6 cacitos de espesante.



 

 

Recomendaciones generales para aumentar el contenido energético y proteico de la dieta pastosa en una disfagia.

En un contexto de alimentación saludable, que ya hemos comentado en otras ocasiones, deben consumirse alimentos ricos en proteínas como carne de vacuno, entre otras, carnes blancas, pescados ya sean pescado azul o blanco, leche y derivados, legumbres, cereales y frutos secos.
La carne y el pescado aportan proteínas muy biodisponibles, que deben presentarse en el plato con las proteínas que aportan las legumbres. Este plato debe triturarse acompañado de verdura, arroz o pasta.

Los clásicos pucheros o potajes de carne o pescado pueden triturarse aumentando su aceptación en personas mayores.
La leche en polvo baja en grasa puede aportarse a los platos de postre y purés para aumentar la concentración de proteínas. Otros derivados lácteos como los yogures pueden mezclarse en los purés de postre o añadirlo a salsas.

todo-lo-que-debes-saber-sobre-diabetes-clinica-muin%cc%83o-ordenesEl huevo batido puede acompañar durante la cocción de purés, cremas de verduras o salsas, así como añadir la clara de huevo a postres como los flanes o las natillas.
El pan de cereales integrales puede rayarse para aportarlo en todo tipo de platos o purés, dando consistencia al mismo y textura.
Las frutas que en triturado sean un poco ácidas, pueden disminuir su acidez empleando miel y batiendo todo junto.

Son pequeñas ideas que pueden ayudar al cuidador de personas con disfagia. Esperamos que os sea útil.