Seleccionar página
La hipertensión arterial es uno de los factores de riesgo cardiovascular más importantes en nuestra sociedad, por no decir el más importante. Seguramente sabrás que reducir sal en las comidas es fundamental para controlar los niveles de tensión arterial. Pero no siempre se nos ocurren ideas que reducen la cantidad de sal en los platos para que sigan siendo sabrosos y al mismo tiempo saludables. Veamos algunas ideas saludables para aplicar.

La sal es un condimento básico en la cocina de una casa . Su introducción en la dieta es antigüa, aproximadamente en la Edad de Hierro (siglo VIII a.C.). Parece ser que los hombres de la prehistoria la usaban en el cocinado de carne de los animales que cazaban y de las hierbas y raíces que comían, probablemente al usar el agua del mar. Posteriormente tras su extracción en grandes cantidades se usaba como manera de conservar los alimentos.


Las actuales guías de hipertensión arterial que manejan los médicos de familia, cardiólogos y otras especialidades, consideran la hipertensión arterial cuando las cifras de tensión arterial superan los 140/90 mm Hg en condiciones adecuadas de medición.

Los accidentes cerebrovasculares y el infarto de miocardio causan millones de muertes anuales en todo el mundo, seguidas por el cáncer y las enfermedades respiratorias, conocidas todas ellas como enfermedades crónicas no transmisibles.

 

En España, los últimos datos disponibles sobre las causas de mortalidad publicadas en diciembre de 2017 por el INE (Instituto Nacional de Estadística), respecto a las muertes de 2016 señalan que unas 60.000 personas fallecieron en España por causa cardiaca o cerebral.


El infarto de miocardio es una enfermedad de alta morbimortalidad que se relaciona de manera directa con el colesterol alto, la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaco y la obesidad, principalmente.

No debemos olvidar que combatir el sedentarismo y planificar la actividad física es fundamental para una buena salud. La obesidad infantil puede hacer que las cifras de enfermedades crónicas no transmisibles  aumenten año a año, y que la repercusión en el estado de salud de cada individuo y de la población alcance cada vez valores más altos. Recuerda iniciar el día para los más peques de casa y para los mayores con un desayuno saludable.


La Organización Mundial de la Salud recomienda que tomemos como máximo 5 gramos diarios de sal, incluyendo la sal de productos elaborados y la sal con la que se condimentan los alimentos. Para hacernos una idea de esta cantidad, podemos pensar que es el contenido en una cucharilla de postre.



Una dieta saludable con abundancia de frutas y verduras, es necesaria para quienes están sanos y quienes están enfermos. La dieta Mediterránea refiere una cantidad de alimentos semanales que son parecidas a las pautas que se recomiendan en otras dietas como la de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Para tener una orientación, a continuación os ponemos la pirámide de la Dieta Mediterránea.

No es necesario seguir una alimentación con suplementos nutricionales para disminuir la cantidad de sal ingerida a diario. Es imprescindible iniciar dicha alimentación saludable con una compra saludable e inteligente, en la que leamos las etiquetas nutricionales para conocer el contenido de sal de los alimentos que compramos.



¿Cómo
podemos disminuir la sal de los alimentos?.

todo-lo-que-debes-saber-sobre-diabetes-clinica-muin%cc%83o-ordenes

Pues básicamente reduciendo la sal que ponemos en los mismos. La cantidad recomendada debe ser de menos de 5 gramos diarios, que se reduce a la mitad en diabéticos.



Podemos seguir unos sencillos consejos para reducir el consumo diario de sal. Veamos:



1.- Al hacer la compra, es imprescindible llevar una lista de lo que necesitamos. No llevar planificada la compra, facilita la compra impulsiva y sobretodo de aquellos productos que más nos gustan aunque sean insanos. También permite que nos veamos más influenciados por la publicidad y por productos con envoltorios llamativos que no son los más sanos, generalmente. Para una compra saludable se deben evitar los productos enlatados, ya que en su composición la sal y otros condimentos favorecen la subida de la tensión arterial.

2.- Evita comprar rutinariamente productos procesados o curados por los mismos motivos comentados. Los productos frescos como son las frutas, verduras y hortalizas favorecen una dieta saludable y aunque naturalmente contengan potasio o sal, es de origen natural y no se relacionan con la hipertensión arterial o al menos no influyen tan decisivamente. Los embutidos y las salsas precocinadas como la de tomate, ketchup y similares presentan un alto contenido en sal.

3.- Es importante aprender a leer las etiquetas nutricionales, ya que por ley deben mostrar íntegramente su contenido. Aunque pongan que son productos bajos en sal, bajas en sodio o sin sal añadida, conviene saber cuánta sal aporta cada ración o cada 100 gramos de producto. Si ponen el contenido de sodio, debes saber que el contenido en sal será el resultado de multiplicar el contenido de sodio por 2.5.

4.- Los productos lácteos derivados y curados como los quesos, tienen un aporte en sal y grasas nada desdeñable. Por ello, debes fijarte en su contenido por cada 100 gramos.

 

5.- Usa especias o hierbas aromáticas para dar condimentar los platos sin necesidad de echar sal. El perejil, el ajo o el limón pueden ayudarte en las carnes y pescados para dar sabor y no aumentar la dosis de sal.

hábitos de salud6.- No conviene tener el salero en la mesa para evitar la tentación de echar en cada plato. En comedores colectivos de residencias, empresas o colegios no es recomendable disponer de salero en las mesas.

7.- Conviene sustituir los aperitivos salados o las meriendas de embutidos por una pieza de fruta: si es fresca y de temporada, mejor, ya que así tendrá mejor sabor, será más nutritiva y más económica.

 

 

Con todos estos consejos, es más fácil hacer un plato con menos cantidad de sal, más saludable y sencillo de aplicar en la cocina de cada día. ¿No te parece?.