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El desayuno es la principal comida del día para iniciarlo con fuerza y alegría. Pero recientes estudios le aportan otro valor fundamental: es primordial para tener una dieta saludable. Por lo que no sólo aporta nutrientes, sino que puede mejorar nuestro riesgo cardiovascular.

Cuando en el interior de las arterias se forman placas de ateroma, el resultado es un estrechamiento de las mismas. Y la consecuencia puede ser mortal, ya que puede producir un infarto de miocardio o un ictus, es decir, un accidente cerebrovascular. Ambas enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en España, seguidas del cáncer y las enfermedades respiratorias. También son la principal causa de mortalidad en el mundo occidental, con lo que reducir la incidencia de ambas es elemental para reducir sus consecuencias.

 

Un desayuno inadecuado o escaso duplica el riesgo de lesiones de ateroesclerosis en las arterias. Y si no desayunas bien, deberías motivarte para hacer un cambio en tus hábitos de salud.

Desde el punto de vista de educación de la salud, no sólo es importante controlar los clásicos factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, la diabetes, la inactividad física, la obesidad o la dislipemia.

 

Además, es fundamental una dieta saludable rica en frutas y verduras, menos abundante en grasas poco saludables, y con una distribución de las calorías diarias en cinco comidas. De ellas, las tres que aportan más energía son el desayuno (20-25%), la comida (30%) y la cena (20%). Las otras dos deben aportar en torno a un 10-15% de calorías y son a media mañana y en la merienda.

A modo de recordatorio debemos saber que para controlar cada factor de riesgo, deberíamos ajustar los consumos de ciertos alimentos que aportan:

hábitos de salud.- en la hipertensión arterial controlar los alimentos que aportan sal oculta así como la sal de mesa. En total no se deben sobrepasar los 5-6 gramos diarios de sal, lo que viene siendo el contenido de una cucharadita de postre.

.- en la diabetes, aunque hay alimentos saludables recomendados, hay que tener que en el desayuno no haya un exceso de consumo de azúcar. La Organización Mundial de la Salud recomienda no sobrepasar los 25 gramos diarios de azúcar.

 

.- en la dislipemia no se deben sobrepasar los 200-300 mg de colesterol diarios. En otro momento comentaremos los alimentos que aportan más grasas a nuestras dietas pero recordad que los ácidos grasos más saludables son los que aportan el pescado azul y el aceite de oliva virgen extra.

.- no se debe olvidar un adecuado nivel de actividad física para evitar o reducir la obesidad a cualquier edad, desde los niños y jóvenes a los adultos.

.- es importante combatir el sedentarismo, una epidemia de nuestra sociedad, y muy asociada a otros factores de riesgo cardiovascular.

Aún a pesar de controlar todos estos factores y las enfermedades asociadas, una dieta adecuada y saludable contempla realizar un saludable desayuno. Debemos huir del desayuno continuo de leche y galletas. Un día puede permitirse pero no debe ser un consumo continuado, ya que la bollería y galletas son una importante fuente de ácidos grasos trans que son los de mayor capacidad aterogénica.

La leche es un buen alimento que debe estar presente en el desayuno, acompañando una rebanada de pan con aceite de oliva virgen extra, frutos secos o fruta. Las combinaciones son muy diversas según los gustos, pero los lácteos, los cereales integrales (no envasados sino en forma de pan) y la fruta son los pilares de un desayuno saludable.

 



El estudio Progression and Early Detection of Atherosclerosis (PESA) del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III de Madrid fue dirigido por el famoso cardiólogo Valentín Fuster, y publicado en la importante revista científica JAMA. Este estudio  concluye que un desayuno escaso que contenga menos del 5% de las calorías diarias recomendadas, es decir unas 100 Kcal para una dieta estándar de 2.000 Kcal diarias duplica el riesgo de lesiones ateroscleróticas. Y estas lesiones ateroescleróticas aparecen independientemente de los factores de riesgo clásicos como el tabaco, la hipercolesterolemia o el sedentarismo.

En el estudio PESA se analizaron mediante técnicas de imagen 4.052 personas de edad intermedia (entre 40 y 54 años). Se estudiaron la prevalencia y tasa de progresión de las lesiones ateroscleróticas subclínicas, es decir las que no dan síntomas, y su asociación con factores como: hábitos alimentarios incluido el desayuno, la actividad física, las características psicosociales y exposición a contaminantes ambientales y los biorritmos.

 

 

En relación con el desayuno, se analizaron tres patrones de desayuno y los factores de riesgo cardiovascular conocidos. Los patrones de desayuno establecidos fueron: tomar un desayuno con alto valor energético (20% de las calorías diarias), un desayuno de bajo valor energético (entre un 5 y un 20% de las calorías diarias) y un desayuno escaso o ausente (5% o menos de las calorías diarias).

Se intentaba averigüar si saltarse el desayuno o hacer un desayuno escaso se asociaba con ateroesclerosis subclínica. Para esto se analizaba la presencia o ausencia de placas de ateroesclerosis en las arterias carotídeas, femorales, aorta y coronarias mediante ecografía vascular.

Los resultados demostraron mayor presencia de placas ateroscleróticas asintomáticas en el grupo que se saltaba el desayuno respecto al que tomaba un desayuno más aceptable. Algunos estudios poblacionales ya habían relacionado un buen desayuno con un menor peso, una dieta más saludable, y un menor riesgo de desarrollar factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, la diabetes o la dislipemia.

 

Pero en este caso se relaciona un peor desayuno con un mayor desarrollo de lesiones ateroescleróticas potencialmente graves. Sus consecuencias pueden ser incluso mortales ya que favorece el riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio, un ictus o una muerte súbita.

En tus manos está cambiar tu desayuno.