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El consumo de tabaco es uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial. Es la gran epidemia de nuestro siglo, por lo que dejar de fumar puede ser un buen propósito en este nuevo año.

En España se estima que un 25% de la población adulta son fumadores habituales, un 3% fumadores ocasionales y casi un 20% han fumado en alguna ocasión aunque ahora ya no fuman. Pero lo que resulta alarmante son los efectos que el tabaco produce sobre la salud. El tabaco es la primera causa de muerte evitable en los países desarrollados, siendo responsable de cerca de seis millones de muertes anuales en el mundo, lo que equivale a una muerte cada 6 segundos. Estas cifras bien merecen una reflexión sobre cómo dejar de fumar.

Se estima que para el año 2020, si sigue esta progresión, habrá unos 10 millones de muertes anuales en el mundo. Uno de cada dos fumadores fallece por enfermedades relacionadas con el tabaco.

Pero el tabaco no sólo afecta a los fumadores, ya que cada año más de 600.000 personas no fumadoras también fallecen a causa de la exposición pasiva al humo de tabaco.

no-fumar-clinica-do-muino-jpgEl tabaco es la principal causa de muerte prematura en España. Causa 60.000 muertes anuales, es decir, más de 160 muertes cada día, y 1.500 de esas muertes se producen en fumadores pasivos. Esto demuestra que dejar de fumar es beneficioso para ti y para los que conviven contigo.

Al fumar, la combustión del tabaco produce dos corrientes de humo. La corriente principal es la que atraviesa el cigarrillo hasta el filtro y que el fumador inhala. La corriente secundaria es la que exhala el fumador, así como la que sale del cigarrillo por los poros y el extremo, llegando al medio ambiente que rodea al fumador. En ambas corrientes de humo se han detectado más de 4.500 sustancias, de las que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado al menos 250 como tóxicas y 50 como carcinógenas o causantes de cáncer.
Las principales sustancias del humo del tabaco que producen enfermedades son el monóxido de carbono, la nicotina y nitrosaminas, los alquitranes y las sustancias oxidantes. Pero también hay otras sustancias que te pueden sonar como venenosas como el amoniaco, arsénico, cianuro de hidrógeno, cromo o polonio.

Los efectos secundarios de todas estas sustancias están en su repercusión negativa para la salud, causando distintas enfermedades que vamos a repasar, y que te pueden concienciar de que para el nuevo año convendría dejar de fumar.

Enfermedades cardiovasculares
El monóxido de carbono es la principal sustancia que causa daño vascular al estrechar los vasos sanguíneos y facilitar la formación de placas de grasa y coágulos en su interior. Es un doble mecanismo que provoca que la sangre circule con dificultad favoreciendo la obstrucción al flujo sanguíneo.

fumar-clinicadomuiñoPero es que además, el monóxido de carbono impide que la sangre transporte oxígeno de manera normal, ya que se une a un componente de los glóbulos rojos encargado de dicho transporte que es la hemoglobina, fundamental para que nuestros órganos funcionen correctamente.
El descenso del riego sanguíneo producido en las arterias del corazón se agrava por los efectos de la nicotina, que produce aumento de la tensión arterial y de la frecuencia cardiaca. Como consecuencia de estos efectos, el corazón tiene que trabajar con más esfuerzo. Todos los mecanismos previos favorecen la aparición de la angina de pecho o el infarto de miocardio.

Pero los problemas vasculares no sólo afectan al corazón. Los fumadores tienen casi el doble de riesgo de tener infartos cerebrales, y este riesgo llega a multiplicarse por cuatro en fumadores de más de 20 cigarrillos diarios.

dejar-de-fumarAhora atento a las repercusiones que tendría dejar de fumar para tu salud. Los fumadores tienen el doble de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, y hasta 4 veces más de morir por ellas. El 75% de las muertes súbitas por trombosis coronaria se producen en fumadores. Si eres fumador y has padecido un infarto o angina, el riesgo de un segundo infarto es 4 veces mayor si sigues fumando que si te decides por dejar de fumar.

Enfermedades circulatorias en las piernas

No sólo hay repercusiones en el corazón y en el cerebro, que son dos órganos fundamentales para vivir. En las piernas, los problemas de circulación producen claudicación intermitente o “enfermedad del escaparate”, que obliga a la persona que la padece a detenerse frecuentemente al caminar por dolor intenso en las pantorrillas. Si esta situación se agrava, puede incluso producirse una obstrucción completa de la circulación y obligar a una amputación. Otra idea más para pensar en dejar de fumar.

Enfermedades respiratorias

El tabaco es causa directa y principal factor que empeora las enfermedades
respiratorias más frecuentes, como el asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) que engloba la bronquitis crónica y el enfisema.
La EPOC es la tercera causa de muerte en España, donde se estima que afecta
a más de dos millones de personas. El tabaco es su única causa en más del 80% de los casos, y dejar de fumar es la única medida que puede frenar la progresión de la enfermedad. Su síntoma principal es la disnea o sensación de falta de aire, pero también presentan tos y expectoración.

El asma es también una enfermedad muy frecuente, afectando al 5% de los adultos y al 10% de los niños, y aunque no está causada directamente por el tabaco, éste produce un agravamiento de la enfermedad al producir una broncoconstricción de la vía aérea.

Además, en pacientes fumadores aumenta el riesgo de sufrir otras enfermedades del sistema respiratorio, como neumonías o gripe, que son más graves que en personas que no fuman.

Tumores

El tabaco es la causa del 30% de los tumores malignos. Algunos de ellos están directamente producidos por el tabaco como sucede con los de pulmón, laringe, esófago y boca). En otros tumores es un factor asociado a su diagnóstico como sucede con el de estómago, páncreas, riñón, vejiga, hígado, colon, mama, pene o cuello de útero.
De todos estos tumores, el que más se beneficia de dejar de fumar es el cáncer de pulmón, ya que es el que produce más muertes en España. Los fumadores tienen 15 veces más riesgo de tener cáncer de pulmón que los no fumadores, y este riesgo depende del consumo acumulado a lo largo de la vida, tanto en número de cigarrillos como en años.

Otros efectos del tabaquismo sobre la salud

clinica-muin%cc%83o-dejar-de-fumar-proposito-para-el-nuevo-an%cc%83oEl tabaco es un importante enemigo de la salud dental, ya que aumenta el riesgo de caries e infecciones dentales, además de producir halitosis o mal aliento.

En las mujeres, puede producir alteraciones en el ciclo menstrual, menopausia precoz, infertilidad… Y por supuesto, durante el embarazo puede producir importantes riesgos, tanto para la madre como para el feto. En los varones, es una causa importante de descenso de la potencia sexual, así como de problemas de fertilidad. La piel y el pelo de los fumadores tienen peor aspecto y envejecen antes por lo que a veces al mirarte al espejo puedes pensar que no sería mala idea dejar de fumar. Pero no es sólo un problema estético, pues además la salud de la piel empeora.

Otros beneficios relacionados con el abandono del tabaco son: disminuyen las molestias digestivas, reducen el ronquido, mejora el gusto y el olfato, reduce el descenso de la potencia sexual y los problemas de fertilidad, mejora la salud dental y el aspecto de la piel y el cabello, y mejora la capacidad física.

Es frecuente que los fumadores que intentan dejar de fumar no lo consigan o tengan recaídas posteriores. Solo el 5% de los fumadores consigue dejar de fumar por su cuenta. Pero cuando el intento se realiza en condiciones óptimas y con ayuda, puede llegarse a tasas de éxito de hasta el 60%. Por eso es fundamental solicitar ayuda cuando se va a hacer un intento de abandono del tabaco.

La dependencia del tabaco se debe en gran medida a la nicotina, que es una droga muy adictiva. De hecho, es la sustancia con mayor poder adictivo de las que se conocen, incluyendo otras como la heroína o la cocaína…

¿Cómo afecta el tabaco a nuestro cuerpo?

Cuando das una calada a un cigarrillo, la nicotina llega a tu cerebro en tan solo siete segundos. Allí se une a tus células nerviosas en unos receptores, y eso libera una sustancia llamada dopamina, que es la responsable de la sensación placentera que sientes. Cuanta más nicotina llega al cerebro, más receptores se van produciendo, y por ello el fumador cada vez necesita una dosis mayor de nicotina. Sin embargo, cuando no llega nicotina al cerebro, lo que se produce es un síndrome de abstinencia que obliga al fumador a volver a fumar.
No obstante, la dependencia del tabaco no sólo se debe a la adicción a la nicotina,
sino que el propio hábito de fumar y otros factores sociales contribuyen a “enganchar” al fumador.

¿Qué puedo hacer para dejar de fumar?

Lo primero que hay que pensar es en tomar la decisión de dejar de fumar. Ya hemos visto todos los beneficios que te puede reportar pero es una decisión personal que debe salir de ti mismo.
Los profesionales sanitarios pueden evaluar las características de cada fumador y ofrecerle una ayuda personalizada, mediante consejos y tratamientos farmacológicos. Pero veamos algunas situaciones asociadas al proceso de abandono del hábito.

¿Qué es el síndrome de abstinencia?

Es el conjunto de sensaciones y signos desagradables que puedes sentir cuando disminuyes o cesas el consumo de tabaco. Dentro de este síndrome de abstinencia, hay un síntoma de especial importancia que se llama “craving” y que es el deseo irrefrenable de consumir tabaco tras unas horas sin fumar. Durante los primeros días aporta mucha información de cómo lo está pasando el fumador y de su grado de dependencia. Es la necesidad urgente de fumar que aparece cuando se lleva unas 8-12 horas sin fumar, y es la causa más frecuente de recaída en los primeros días.Este síntoma se produce durante 2-3 minutos máximo, al principio será muy frecuente y progresivamente, conforme pasen los días sin fumar, se irá reduciendo en frecuencia e intensidad.

estres-clinicamuiñoConviene que cuando sientas muchas ganas de fumar, te mantengas ocupado, ya que suele pasar en pocos minutos. La ansiedad suele aparecer en la mayor parte de los fumadores durante uno o dos meses, siempre con mayor intensidad en los primeros días y en situaciones de estrés o de noticias complicadas. Puede cursar con sudoración de manos y cuerpo, sensación de nerviosismo, inquietud, imposibilidad de estarse quieto… y hay estrategias para sobrellevarlo.

Los trastornos del sueño pueden manifestarse de muchos modos: con insomnio al acostarse, con despertares durante la noche, con sueños vívidos, que son sueños que se recuerdan bastante bien al despertarse por la mañana, y que pueden mantenerse hasta unas tres semanas después de dejar de fumar.

Otros síntomas del síndrome de abstinencia son irritabilidad, tristeza y falta de concentración, así como alteraciones del apetito. Lo habitual es que las 2-3 primeras semanas sean las peores y que se vaya mejorando posteriormente, con síntomas que irán disminuyendo en intensidad y duración.

¿Qué aspectos deben evaluarse antes de dejar de fumar?

Antes de abordar el abandono de este hábito, es necesario hacer una historia clínica detallada de los problemas médicos previos del paciente con tabaquismo y una valoración de su estado físico general. Pero en el fumador además hay que evaluar el grado de tabaquismo, los intentos previos de abandono, la dependencia física y psicológica, la motivación que se presenta y la fase que presenta al iniciar esta terapia.

Las personas que están en fase de Pre contemplación no tienen ningún interés en realizar un intento serio de abandono en los próximos 6 meses, por lo que es difícil poder abordar con ellos la posibilidad de dejar de fumar.

clinica-do-muin%cc%83o-dejar-de-fumarCuando se encuentran en la fase de Contemplación, el fumador se plantea dejar de fumar en menos de 6 meses y generalmente ya ha realizado intentos previos.

Los que están en fase de Preparación, quieren dejar de fumar en los siguientes 30 días, ya que tienen claro que las ventajas del abandono del tabaco son mayores que las de continuar su consumo. Esta es la fase de mayor motivación.
La fase de Acción comienza el día del abandono del tabaco, y dura 6 meses. Cuando se mantiene el resto de la vida se considera que está en la fase de Mantenimiento, entendiendo que alguien es ex-fumador cuando ha pasado un año desde que ha tomado la decisión de dejar de fumar.

A todos aquellos fumadores que quieran intentar abandonar el tabaco, convendría que pudiesen realizar un doble tratamiento, farmacológico con apoyo conductual. En estos casos las probabilidades de éxito aumentan.

El apoyo psicológico ofrece al fumador herramientas para reconocer y evitar aquellos estímulos que le llevan a fumar o para afrontar los momentos más desagradables de este proceso. El tratamiento farmacológico está dirigido a tratar los síntomas del síndrome de abstinencia ante la ausencia de nicotina en el organismo.

De todos modos, dejar de fumar no es una tarea fácil. Es cierto que muchos fumadores dejan de fumar por su cuenta. Sin embargo, durante el abandono pueden surgir problemas que dificulten conseguir la meta final, precisando apoyo conductual y farmacológico.

Las posibilidades de éxito aumentarán si se recibe consejo, tratamiento y supervisión por parte de un profesional de la salud que te ayudará a vencer los obstáculos que vayan apareciendo durante el proceso de abandono.

En este nuevo año, proponte mejorar tu salud y decídete a…..dejar de fumar.