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Algunas personas tienen o desean tener una mascota. Es algo que siempre han deseado o que les han sugerido. Pero antes de nada debemos ser conscientes que tener mascotas supone un sacrificio. Hay unos costes de alimentación, veterinario, complementos, adaptación del coche o de la vivienda, … y unos intangibles como es dedicarle tiempo, un bien muy preciado si trabajas.

Algunas personas padecen rinitis alérgica, al pelo o al polvo que portan los animales en su cuerpo o en sus patas. Pueden manchar las colchas, mantas, alfombras o sofás y esto producir continuos estornudos, lagrimeo ocular, tos e incluso ataques de asma.

rinitis

Las mascotas requieren tiempo, atención y una vida ordenada para que puedan estar cómodos en tu hogar, que es su hogar. La disciplina es necesaria en la vida para tener un orden. Y en los hábitos de las mascotas, esta disciplina les permite acatar unas pautas para poder vivir con los humanos y adaptarse a su vida.

 

 

 

 

 

 


Si viajas con frecuencia, tener una mascota puede limitarte mucho o hacerle sufrir dado que tendrá que haber alguien que sea responsable de ella. No conviene andar de viaje en aviones, trenes, o incluso en el coche a diario, durmiendo fuera de su hogar. Si esto puede suceder, deberías replantearte tener una mascota.


 

Pero no todo son contratiempos, tener una mascota puede tener un sinfín de aspectos positivos para ti y para tu familia. Estudios científicos médicos demuestran que tener una mascota causa efectos positivos en la salud de las personas, tanto para los niños como para los mayores.

diabetes

Otros estudios científicos desarrollados por veterinarios relacionan tener mascotas con altos niveles de oxitocina, la hormona del amor. También nos obligan a ser más activos, y hacer actividad física es esencial para tener una buena salud cardiovascular y cerebrovascular.

Desde el punto de vista emocional ayudan a tener un equilibrio, como quien tiene un buen amigo con el que compartir descanso y actividad mediante paseos o caminatas. Y estos paseos en lugares en los que otras personas acuden también con sus mascotas, fomenta las relaciones sociales. Son una buena excusa para iniciar una conversación con personas que aman los animales o que han tenido uno parecido.

 

 

hábito de salud


La conectividad social se ha perdido en nuestra sociedad, y sorprendería saber la facilidad con la que se entablan conversaciones con gente que vive en tu propia zona.


Es necesario considerar que la alimentación y los costes que supone el crecimiento de la mascota en comida, suplementos para el día a día o para viajar, así como los cuidados veterinarios pueden ser elevados.

 

 

 

Otra barrera que debes sopesar es la existencia de zonas verdes en tu casa o alrededores para que pueda jugar con otras mascotas, esparcirse y hacer sus necesidades. Las barreras arquitectónicas que padecemos los humanos con escasez de zonas verdes, por ejemplo, o grandes avenidas y calles, pueden afectar a la vida de los animales de compañía que conviven en pisos. No sólo pueden estresarlos a ellos sino incluso a los propios dueños al no poder ofrecerles todas las comodidades que necesitarían.

La responsabilidad de tener un animal de compañía es un argumento que se relata cuando hay niños en la familia, pero también puede ayudar a personas con discapacidades físicas, sensoriales o psíquicas así como quienes tienen problemas de adicciones.


Las rutinas a las que obligan sus cuidados favorecen la responsabilidad de sus dueños, ayudan a tener una vida ordenada, y mejoran su salud cardiovascular y social.


 

Los programas de compañía con mascotas en personas con enfermedades como el cáncer, o las enfermedades mentales son ampliamente conocidos y han demostrado sus beneficios. Pero tener una mascota supone sopesar los beneficios de tenerla y los contratiempos que te puede acarrear, siempre teniéndola en cuenta.