La sal en la comida es un peligroso enemigo para controlar la hipertensión arterial. Probablemente, eso ya lo conozcas. Pero lo que no es tan conocido son las distintas comidas que pueden aportar “sal oculta”, con los mismos efectos pero que desconocemos. Pueden aportar más sodio del que creemos, por eso es importante leer bien las etiquetas nutricionales cuando vamos al supermercado. De hecho, un alto porcentaje de la sal que ingerimos a diario procede de alimentos envasados, preparados y enlatados a los que no les damos ninguna importancia…pero que sí la tiene.
Al igual que en su momento hablamos del “lado oscuro del azúcar”, hoy vamos a hablar de la “sal furtiva” presente en nuestros platos pero que no la vemos, ni pensamos que pueda estar en ellos.
Lo que sí está clara es la relación directa entre consumo de sal e hipertensión arterial.
A pesar de la normativa que obliga a todos los alimentos a presentar su composición en las etiquetas nutricionales, a veces puede resultar difícil entender la cantidad de sal que contienen porque se presentan en gramos de sodio.
Pues bien, debemos saber que si multiplicamos los gramos de sodio por 2.5 obtenemos los gramos de sal que contiene dicho alimento. Es sencillo hacer el cálculo, y sorprendente la cantidad de sal que podemos encontrar oculta en lo que compramos a diario.
La American Heart Association nos presenta de manera gráfica aquellas comidas que más sal aportan en la dieta de los adultos:
.- El pan de molde y panes industriales pueden tener un contenido en sal superior al recomendado. Por su beneficio como alimento, se recomienda el consumo de pan elaborado a base de harinas integrales y no refinadas.
.- embutidos y carnes procesadas que precisan sales para su conservación.
.- sandwiches elaborados con pan de molde y embutidos aportan sal oculta, pero también los que contienen embutidos o las hamburguesas.
.- pizza o productos envasados similares aportan una cantidad de sal nada desdeñable, por lo que su consumo se recomienda que sea ocasional.
.- sopas envasadas y caldos de sopa concentrados que se presentan en pastillas tienen una alta concentración de sales y grasas saturadas. Aunque aportan sabor, no son beneficiosas para tu corazón, siendo recomendable sustituirlas por una base de verduras y hortalizas frescas. No renuncies al sabor de una buena sopa elaborada con mimo, pero evita estos preparados.
.- Las carnes preparadas como el pollo contienen una cantidad variable de sal.
En el caso de los niños son frecuentes estas comidas, que suelen ser muy recurridas pero que contienen altos niveles de sal:
.- panes industriales y sandwiches
.- pizzas, burritos y tacos
.- embutidos y carnes procesadas como las salchichas, hamburguesas,…
.- salsas, sopas, condimentos como la mostaza o el ketchup
.- quesos, platos elaborados de pasta
Toda esta lista la presentamos con la intención de que no prescindas siempre de ella, pero sí que limites su consumo y sea ocasional. Tu salud te lo agradecerá y podrás evitar algún susto de mayor como un infarto.
Sigue cinco sencillos consejos para escoger tus alimentos en la tienda, con el menor contenido en sodio.
La salud comienza en la tienda: pequeños cambios de hábitos pueden tener una gran repercusión en tu corazón.
1-. Sigue un estilo de vida saludable comiendo sano y practicando de manera regular actividad física.
2.- El contenido de tus platos debe estar lleno de sabores y colores, pero escogiendo hortalizas, legumbres y verduras saludables de distintos colores, en vez de carnes procesadas, embutidos y quesos.
3.- Acostúmbrate a leer las etiquetas nutricionales, ya que el contenido de sodio varía mucho incluso entre tipos de comida similares. Compáralos y escoge la que menor cantidad de sodio contenga. Y recuerda que la cantidad de sodio o sal se expresa por cada 100 gramos de producto o por el peso total o escurrido del mismo.
4.- Si comes fuera de casa, no uses el salero y tiende a comer platos con verduras, hortalizas y pescados a la plancha o cocidas. Un buen plato de pescado azul o una rica carne de ternera sin grasas puede ser una opción.
5.- Si preparas los platos, que no sean un exceso, ya que a mayor cantidad de comida mayor cantidad de sodio.
Con toda esta información, no se pretende amargar una comida pero sí os invitamos a pensar en el momento de la compra y de la cocina. Tu salud y la de los tuyos está en juego.