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El aceite de palma es un componente muy frecuente en los alimentos que se consumen en la actualidad. Aunque es de origen vegetal, sus efectos sobre la salud cardiovascular pueden ser más perjudiciales que los de la grasa animal. Y por supuesto, no tiene nada que ver con otros aceites vegetales como el de oliva, cuyos beneficios para el corazón están demostrados como elemento de la dieta Mediterránea.

La presencia del aceite de palma en la industria alimentaria ha ido incrementándose desde hace años por permitir modificar las características organolépticas de productos procesados tan comunes como las galletas y la bollería industrial.

La grasa de palma se usa en la elaboración de alimentos procesados, y su contenido en grasas perjudiciales es muy elevado.

Pueden contener hasta un 70% de grasas saturadas, capaces de formar las placas de ateroma de los vasos de corazón y el cerebro, entre otros, provocando accidentes isquémicos como un ictus o un infarto agudo de miocardio.

 

 

De manera general, la población no debe consumir más de un 10 % de las calorías totales diarias en forma de ácidos grasos saturados. Y es recomendable que el consumo de grasas trans sea menor del 1-2 % o preferiblemente que no se consuman. El aceite de palma contiene ambos elementos, por lo que incrementa en sangre las grasas con efecto trombogénico al ser capaces de pegarse a las paredes de las arterias y obstruirlas formando trombos. Esto no quiere decir que no se pueda tomar un bollo o un snack esporádicamente, ya que un consumo ocasional no afecta a nuestra salud cardiovascular ni incrementa el riesgo de sufrir un infarto. Lo que sí afecta es consumirlo de manera continua.

El aceite de palma se obtiene como producto refinado, por lo que al perder sus antioxidantes, pierde sus propiedades beneficiosas.

Su uso en la industria alimentaria obedece a su coste. Es más económico que otros aceites, y permite cambiar el color, el sabor y la textura de los productos que lo contienen. De esta manera resultan más apetecibles en cuanto a sabor y aspecto.

 

Aunque su uso es en cocina primordialmente, también se usa para elaborar jabones, pastas dentales o productos cosméticos. Entre los alimentos que contienen aceite de palma se encuentran helados, natillas, margarinas, pizzas, galletas y bollería industrial.

Es primordial leer las etiquetas nutricionales para saber la composición de cada alimento. A veces, no se escribe el nombre como tal sino bajo otros sinónimos que conviene repasar como son: aceite de palmiste, grasa vegetal (palma), Sodium Palmitate, estearina de palma, palmoleina u oleína de palma, manteca de palma o su nombre científico (Elaeis guineensis).

¿Dónde podemos encontrar aceite de palma?

Aunque ya hemos visto que lo mejor es leer las etiquetas nutricionales, que por ley debe tener cada producto, podemos hacernos una idea de los alimentos que la presentan.

Pero no sólo por la cantidad de ácidos grasos saturados y trans que contienen, sino también por la cantidad de azúcar cuyo contenido también puede ser perjudicial:

 

.- galletas, bizcochos, napolitanas,…

.- bollería industrial: sobaos, donuts, croissants, magdalenas,…

.- cereales de desayuno

.- snacks: palomitas, fritos, Triskys,…

.- margarinas

.- tostadas de pan, pan de molde,…

.- chocolates y bombones

.- helados

.- comida precocinada: pizzas, pasta preparada, sanjacobos, empanadillas

.- sopas, cremas y caldos envasados o en pastillas

.- gominolas, caramelos y Sugus

Este listado pretende dar a conocer los alimentos cuyo consumo repetido pueden amargarte tu salud en unos años.

Come con moderación y visión cardiovascular, y después toma tus decisiones. Es tu responsabilidad.