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El uso de aguas de balneario como remedio de salud y fuente de placer es conocida desde tiempos muy antigüos. A lo largo de la historia, acudir a un balneario supuso un recurso terapéutico fundamental no siempre asociado al placer y a la diversión, sino un elemento más de salud. Aunque en tiempos modernos se extendió en el siglo XIX, su desarrollo más importante se inició a principios del siglo XX tanto en Europa como en España. Se convirtió en un elemento de terapia y ocio apoyándose en el auge de la burguesía con su influencia económica y cultural. También supuso un factor importante de su evolución el hecho de que no existieran recursos farmacológicos cuya efectividad era probada. Pero, ¿sabes si puede beneficiar tu salud?.




Aunque a mediados del siglo pasado la industria farmacéutica inició su gran desarrollo tecnológico e investigador, las aguas mineromedicinales de balneario siguen siendo una opción terapéutica que permite complementar los tratamientos farmacológicos en determinadas enfermedades.

trastorno personalidad
El principal valor del balneario reside en ser una terapia poco agresiva, suave, agradable, bien tolerada y con escasos efectos secundarios, en la que los beneficios para la salud física y mental están garantizados en la mayoría de quienes la usan.

 

 

Según las características del agua del balneario, las técnicas de administración, el beneficio del estilo de vida durante su estancia, la educación sanitaria recibida y las relaciones sociales podemos obtener un mayor o menor grado de beneficio para la salud.

Aunque la innovación en las técnicas diagnósticas y terapéuticas puedan hacer pensar que acudir a un balneario es algo anacrónico, o pasado de moda, su importancia en procesos crónicos sigue teniendo vigencia como complemento al tratamiento diario. Procesos reumatológicos, respiratorios, cardiovasculares o dermatológicos son algunos de los ejemplos de patologías que centran la atención en un balneario.


Entre las patologías reumatológicas, la artrosis y ciertas artritis suelen mejorar en sus estancias no sólo por las aguas mineromedicinales específicas del centro, sino por la actividad moderada y dirigida por profesionales específicos. Ayuda a reducir la ingesta de fármacos antiinflamatorios y analgésicos, con sus efectos secundarios conocidos.

Los dolores reumáticos son la principal causa por la que la población acude a estos centros. Las patologías respiratorias como el asma o la bronquitis crónica son la segunda causa de visita a un balneario por motivos de salud.

 



También es útil acudir por procesos dérmicos como el eccema o la psoriasis en las que el tratamiento tópico de aguas y barros ayuda a complementar los tratamientos dermatológicos específicos.

En el caso de usar un balneario por motivos terapéuticos, debemos pensar que es una alternativa o un complemento de otras terapias que puede ser eficaz, menos costosa, mejor tolerada y más lúdica. Este último aspecto no debe ser minusvalorado en enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad,…. o simplemente si te encuentras triste. Las curas de belleza, antiestrés, anticelulitis o para desahabituación tabáquica deben ser consideradas.

 

 

 

Las características de las aguas mineromedicinales de un balneario orientan al tipo de terapia más eficaz para cada patología.  Sus características organolépticas diferencian a estas instalaciones: la presencia de gases en el agua es típico de centros carbogaseosos, el olor a huevos podridos es típico de aguas sulfuradas, el sabor salino de las aguas cloruradas, el sabor amargo de las aguas magnésicas, y el color rojizo de las aguas ferruginosas.

Las aguas cloruradas por vía tópica mejoran el trofismo celular y los procesos de reparación y cicatrización celular, favoreciendo la circulación sanguínea y linfática.

Las aguas sulfatadas mejoran el peristaltismo intestinal y la funcionalidad de las vías biliares, mejorando los síntomas en procesos de estreñimiento.

Las aguas carbonatadas por vía oral mejoran los procesos de digestión y estimulan la actividad pancreática y biliar, por lo que son un complemento en tratamientos antiácidos. Al mismo tiempo mejoran la eliminación del ácido úrico en la orina por lo que son muy adecuadas para evitar o tratar las crisis de gota.

Las aguas gaseosas estimulan la secreción gástrica y funcionalidad intestinal, por lo que mejoran los procesos de digestión.

 

Las aguas sulfuradas tienen efectos antialérgicos y antitóxicos, mejorando la fluidez de las secreciones y su expulsión del organismo.

Las aguas ferruginosas activan la formación de glóbulos rojos, por lo que están indicados como tratamiento suplementario de las anemias ferropénicas o de estados carenciales.

Existen guías para conocer el tipo de agua en cada balneario, y para saber la posibilidad de su aplicación por vía oral, tópica o respiratoria.

¿Sabes cuáles son las indicaciones de las aguas mineromedicinales en un balneario?

Las principales indicaciones son:

.- artrosis y dolores crónicos de espalda, dolor cervical por cervicoartrosis, de rodilla o de cadera, por enumerar los más habituales.

.- procesos reumatológicos por poliartritis o afectación de varias articulaciones, ya que pueden ser tratadas distintas articulaciones al mismo tiempo.

.- Tendinitis o procesos articulares inflamatorios por traumatismos, por ejemplo, o para recuperación tras cirugías óseas.

.- Artritis reumatoidea o psoriásica

.- Espondilitis anquilosante.

.- Fibromialgia o procesos crónicos musculoesqueléticos que permiten gradualmente incrementar los esfuerzos tolerables sin dolor.

.- Patologías bronquiales crónicas u otras del área otorrinolaringológicas como rinitis, otitis seromucosas, laringitis, amigdalitis o faringitis.

.- Patologías digestivas como alteraciones funcionales en el síndrome de colon irritable, inflamaciones crónicas intestinales, estreñimiento, litiasis biliar, etc..

.- En la obesidad y en las alteraciones de la colesterolemia.

.- Enfermedades renales como las litiasis, causantes de cólicos de riñón.

.- Patologías dérmicas como los eccemas, la psoriasis, secuelas de quemaduras con cicatrices, líquenes,…

.- Recuperación de secuelas por ictus previos o lesiones cerebrales en su etapa de estabilidad clínica.

Convienen recordar que no se aconseja acudir a un balneario si…

Padeces cualquiera de estas situaciones. Aunque siempre conviene consultarlo con tu médico previamente, no deberías acudir si presentas:

.- Insuficiencia venosa moderada o grave, incluido un síndrome hemorroidal.

.- Enfermedades neurológicas como la Enfermedad de Parkinson o esclerosis múltiple.

.- Enfermedades graves de la coagulación como púrpuras o insuficiencia hepática grave.

.- Procesos agudos infecciosos en los que puede ocurrir que la enfermedad empeore o pueda transmitirse a otros usuarios del balneario.

.- Situaciones de demencia avanzada o estados de desnutrición extrema.

.- Durante el embarazo en general, aunque puede haber una excepción en trimestre medio del proceso y si no hay complicaciones.

.- Periodos de convalecencia tras procesos graves, postoperatorios, traumatismos,…

Por eso, lo mejor es saber en qué balneario pueden darte la mejor terapia para tu patología concreta. Aunque si tienes dudas puedes consultar con el personal del mismo.

Es una terapia que bien usada, es muy recomendable y que en otros países es muy demandada y extendida en todas las clases sociales sin distinción.

Nuestro país tiene un gran potencial en todas las comunidades autónomas….busca el balneario más adecuado y aprovéchalo.