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El asma es una enfermedad crónica pulmonar que afecta a los conductos o vías respiratorias. Afecta, por tanto, a los conductos que llevan el aire que inspiramos hasta los pulmones con el oxígeno que pasará a la sangre, y devuelve el CO2 producido en la sangre para expulsarlo fuera del cuerpo. Quien padece asma sabe bien lo que significa no tener la capacidad suficiente como para llenar los pulmones, y la causa se debe al estrechamiento de dichos conductos como consecuencia de su inflamación y broncoconstricción. Padezcas o no asma, te ofrecemos una información básica pero rigurosa de educación sanitaria en esta enfermedad.

Los alergenos o sustancias que estimulan reacciones inflamatorios en los bronquios pueden desencadenar asma, así como sustancias irritantes.

Cuando suceden estas reacciones, los músculos lisos de los bronquios se inflaman, se contraen y reducen su calibre por lo que obstruyen la vía aérea y el enfermo no puede inspirar adecuadamente el aire: no llena bien sus pulmones.

 

Al ser estos conductos más estrechos de lo normal, el aire emite un silbido o sibilancia que es lo que escucha el médico con el fonendoscopio. La propia inflamación que se produce y este estrechamiento causa tos y dificultad para respirar, que ocasionalmente pueden producir dolor en el pecho sin necesidad de que pensemos en que se está sufriendo un infarto agudo de miocardio, en el que los síntomas son distintos.

Cada enfermo padece el asma de una manera distinta. Algunos tienen síntomas que pueden hacer necesaria una atención médica de emergencia que incluye la intubación de la vía aérea, mientras que otros sólo precisan unas inhalaciones de fármacos como el salbutamol para abrir la vía aérea.

Es habitual que las personas que padecen asma presenten también rinitis alérgica o alergia a ciertos alergenos: los más frecuentes son los ácaros del polvo y el polen.

En la base del tratamiento del asma se deben considerar los fármacos de alivio rápido de la crisis para disminuir los síntomas, y fármacos para control a largo plazo y prevención de recurrencias de estas crisis.

¿Cómo podemos sospechar que alguien padece asma?

Aunque el asma es una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad, lo habitual es iniciar síntomas en la niñez. Generalmente las madres acuden a consulta porque el niño se cansa en exceso, oyen pitidos por las noches con procesos catarrales, o incluso cuando corren por el día, lo que se llama asma inducido por el ejercicio.

Es habitual que acompañen tos, dolor en el pecho al respirar y sensación de que no pueden llenar los pulmones adecuadamente. el niño suele tener cuadros de tos nocturna

Además, suelen presentar síntomas de alergia ácaros o al polen, que le ocasionan síntomas más floridos en ciertas épocas del año como la primavera (si el asma es inducido por el polen) o en ciertas estancias como en el interior de la casa (si el asma es inducida por los ácaros del polvo o los mohos de las humedades de las paredes interiores. En ambos casos se puede desarrollar una crisis asmática o pueden empeorar los síntomas.

No es infrecuente la presencia de lagrimeo, rinorrea o moco nasal prolongado en relación con  la rinitis alérgica tan habitual en primavera pero no exclusiva de las alergias a los pólenes.

Para confirmar el diagnóstico de asma es esencial la historia clínica, es decir, todas estas preguntas que hemos repasado, y una adecuada exploración física. Como elemento complementario puede emplearse la radiografía básica de tórax, sobretodo para descartar otras causas, pero la prueba principal es la espirometría.

¿Cómo podemos saber si estamos sufriendo un ataque de asma?

Cuando alguien sufre un ataque de ama suele tener tos, pitidos o sibilancias, opresión en el pecho y sensación de dificultad para respirar. Todos estos síntomas son el reflejo clínico del estrechamiento de las vías respiratorias, como consecuencia de la inflamación de la mucosa interna y de la contracción de la musculatura lisa de las mismas.

Todo esto hace que las vías respiratorias se estrechen y que haya más dificultad para que el aire circule de manera normal entre el exterior y el pulmón.

¿Cuáles son las causas de un ataque de asma?

Generalmente existe una caus que desencadena la crisis de asma: polen, polvo, tabaco, sustancias irritantes químicas,… cada persona puede llegar a reconocer las situaciones y los elementos que coinciden con sus crisis de asma. Y esto es muy importante para evitar el contacto con las mismas y padecer sus consecuencias.

Entre los desencadenantes de crisis de asma vamos a repasar los considerados como más frecuentes. No obstante, los cuadros de gripe y otras infecciones banales causadas por virus y que producen catarros pueden desencadenar una reacción en los bronquios que desarrollen una crisis de asma. Esto también puede suceder en ciertas personas con dolencias digestivas, en las que el reflujo del ácido del estómago puede causar asma. Lo mismo sucede con la inducción por el ejercicio, con cierto medicamentos,…

De todos modos, como causas de asma ante las que podemos tomar medidas preventivas, vamos a hacer referencia a:

.- Tabaco: el humo de tabaco está compuesto por multitud de sustancias irritantes de las vías aéreas. Las personas que padecen estas crisis suelen iniciarlas al entrar en contacto con el humo del tabaco.

Este humo no sólo es perjuducial para quien fuma sino para quienes le rodean. Si eres fumador y padeces asma, lo mejor para que tus pulmones duren mucho tiempo es dejar el tabaco. Además, te garantiza conseguir una buena salud cardiovascular. Pero también conviene evitar espacios o zonas donde se fume, ya que el humo de otros fumadores te va a afectar igualmente. 

 

.- Ácaros del polvo: decimos ácaros del polvo, porque son unos microscópicos seres que viven en las partículas del polvo, y que son los realmente causantes de las crisis de asma. Las personas suelen tener crisis de asma al sacudir una alfombra, barrer, al sacudir telas o cortinas,… Los protectores de colchones, evitar alfombras, peluches y cortinas en las habitaciones son una buena solución, aunque no es definitiva ya que pueden acumularse en cualquier recobeco de la casa. La aspiración preferiblemente diaria es una buena manera de evitar las crisis de asma.

.- Contaminación atmosférica: la presencia de abundantes humos y gases en el ambiente que respiramos tiene incidencia directa sobre el asma y otras enfermedades pulmonares. Suele ser una causa más importante en personas que viven en ciudades.

.- Polen: en épocas de polinización de árboles y flores, ciertas personas pueden tener más tendencia a desencadenar crisis de asma.

Esto suele suceder con más frecuencia en zonas rurales por la mayor cercanía con los vegetales causantes pero también puede suceder en las ciudades. La climatología de la zona en la que el viento, la humedad y las lluvias pueden ocasionar más síntomas.

.- Mascotas: la presencia de mascotas en casa puede ser una fuente de alergenos continua, que además se mueven con mayor facilidad por la propia movilidad de los animales: perros, gatos, pájaros,… pueden soltar pelos y escamas que son una buena causa de crisis de asma sobretodo cuando se asocia con su inicio al estar en casa y mejoría al aire libre. Se recomienda que siempre que sea posible las mascotas vivan fuera de casa, por lo que no se debe renunciar a ellas. La limpieza periódica de la mascota y de la casa, de manera más intensa y con mayor frecuencia puede solucionar en parte el problema.

.- Moho: la presencia de humedades en paredes y techos facilita que crezcan los mohos. Los deshumidificadores en casa ayudan a reducir la humedad del ambiente, mantienen secas las paredes y pueden disminuir las crisis de asma cuando se desarrollan dentro de las habitaciones. Pintar con pintura antimoho y limpiar las paredes ayuda a reducir la carga de estos microorganismos.               

¿Cómo podemos tratar una crisis de asma?    

Las personas que padecen asma saben que hay unos inhaladores con una sustancia que  “abre” los bronquios: son broncodilatadores como el salbutamol o la terbutalina que durante un tiempo limitado mantienen más abierta la vía aérea para que pueda entrar y salir el aire.

A veces es necesario nebulizarlo con una mascarilla para que el efecto se a mayor.

 

Producen un alivio rápido de la sintomatología aunque momentáneo.        
Los medicamentos de control de síntomas a largo plazo intentan reducir la frecuencia de estas crisis, y generalmente llevan sustancias broncodilatadoras cuya acción dura más tiempo, a veces en combinación con corticoides. estos medicamentos no son tan eficaces en el momento de la crisis de asma, sino que evitan que aparezca. Para saber qué medicación debe tomar y cómo debe hacerlo, conviene consultar con su médico.

Recuerda que puedes controlar el asma y reducir sus ataques, pero debes ser disciplinado en tu día a día con todas estas recomendaciones que te ofrecemos y con la toma del tratamiento pautado. ¡Feliz semana¡