Hablamos de artritis cuando existe inflamación de una o más articulaciones. Una articulación es donde se unen o articulan dos huesos como sucede en la rodilla. Aunque parece un tema sencillo, debemos saber que existen más de 100 tipos diferentes de artritis. Pero su reconocimiento se basa en una articulación hinchada, roja, caliente y dolorosa.
¿Cuáles son las causas de la artritis?
La artritis supone la degradación del cartílago que recubre las articulaciones y evita los roces directos de las superficies óseas.
Por eso, cuando esos cartílagos degeneran la exposición del hueso y su roce causa gran dolor con los movimientos y es menor o no existe en reposo.
El cartílago normal protege una articulación porque absorbe la presión sobre ella, de ahí que al degenerar produzca dolor, hinchazón o inflamación y rigidez articular.
La inflamación en una artritis y el daño de la articulación puede ser causada por múltiples factores:
- las enfermedades raras como son las autoinmunitarias, producen daño porque es el propio sistema inmunitario el que no reconoce ciertas células o tejidos propios y les ataca por error.
- una fractura ósea en zonas articulares ocasiona deformidad y daño local de toda la estructura articular y favorece las inflamación localizada.
- el desgaste por uso, simplemente por la edad, es la base de la artrosis y de su componenente inflamatorio que causa artritis.
- las infecciones articulares causadas por virus o bacterias producen sustancias que las lesionan.
- el depósito de sustancias del propio metabolismo humano, por error o por exceso de las mismas, permite aumentar su concentración en el líquido articular y que se depositen como cristales de ácido úrico, como sucede en la gota, o de calcio.
La causa más frecuente de artritis es la osteoartitis o artrosis, relacionada con el envejecimiento y el desgaste articular por su uso.
Pero existen otras patologías inflamatorias como son
- espondilitis anquilosante con mayor tendencia a afectar a las articulaciones de la columna vertebral.
- artritis reumatoidea con afectación articular y extraarticular como el corazón o los ojos.
- artritis psoriásica con mayor afectación a nivel de codos, rodillas y sacrolumbar.
- artritis gotosa con más afectación de las articulaciones inferiores del cuerpo como la del primer dedo del pie, la rodilla o el tobillo.
- artritis reactiva como consecuencia de algún evento que inflama y ataca a una determinada articulación.
- Cada una de estas entidades puede tener preferencia por afectar a unas articulaciones u otras, aunque no es un síntoma exclusivo o definitivo.
¿Cómo puedo reconocer que padezco artritis en las manos?
Podemos saber que alguien padece artritis en las manos si presenta estos síntomas:
- Dolor en las articulaciones de las manos
- Hinchazón o edema en dichas articulaciones
- Sensación de perder la movilidad o fuerza en las manos
- Presencia de quistes sinoviales o pequeños bultos articulares.
Pero esta sintomatología también nos sirve para reconocer la presencia de artritis en otras articulaciones: la hinchazón, el calor y el color rojo asociado a dolor a movilización determinan la presencia de inflamación articular.
¿Qué alimentos debe consumir una persona con artritis?
Aunque se reconoce que ciertos alimentos pueden favorecer la inflamación, o cuya acumulación por exceso en las articulaciones pueden favorecer brotes de artritis, lo más importante en cuanto a la dieta es que debe abundar el consumo de frutas, verduras y pescados principalmente. En este sentido, la hidratación adecuada es fundamental para evitar altas concentraciones de cristales en la sangre y en los fluidos articulares.
Deben evitarse carnes rojas, mariscos y conservas por ser los grupos alimentarios que más ácido úrico provocan. Y también debe reducirse lechey derivados en casos de artritis causadas por el calcio.
Pero lo más importante es llevar una dieta saludable.
¿Qué puedo hacer si padezco artritis?
La actividad física adaptada a cada persona es fundamental para reducir los síntomas asociados. Cada actividad debe ser adecuada para la articulación correspondiente según su grado de afectación, permitiendo una adecuada producción de líquido sinovial encargado de lubricar las articulaciones.
El reposo permite reducir la inflamación local de la articulación y reducir el dolor. A esto se asocia el frío local para reducir la dilatación de los vasos sanguíneos que rodean a la articulación, evitando que se concentren sustancias proinflamatorias típicas de procesos inflamatorios.
Las férulas y apoyos técnicos ortopédicos permiten descargar la articulación o reducir su carga de trabajo físico, aliviando el dolor como sucede en la muñeca o en la rizartrosis o artrosis de la articulación metacarpo falángica del primer dedo de la mano.
En ocasiones, los antiinflamatorios y los analgésicos reducen la inflamación y el dolor aunque no eliminen la causa original. Generalmente con reposo y estos fármacos se consiguen resolver la mayoría de las artritis.